Monarda didyma Dancing Bird - Bergamota silvestre

La Bergamota silvestre ‘Dancing Bird’, también conocida como monarda, presenta una vegetación particularmente compacta, y ofrece en verano bonitas flores de un rosa-magenta a rosa fluorescente, y esto desde una edad temprana. Los pétalos muy cincelados están dispuestos en forma de fuente alrededor de un corazón bien definido, y las flores se posan sobre un foliaje verde oscuro, muy sano y fuertemente aromático. Esta planta vivaz es adaptable, pero también una flor melífera, ideal para parterres soleados o bosques frescos. Se sentirá a gusto en un suelo ordinario, fresco pero no demasiado seco, al sol o en media sombra.

La Bergamota silvestre ‘Dancing Bird’ pertenece a la familia de las Lamiáceas, que cuenta con numerosas plantas medicinales y aromáticas. Nacida en 2016, ella forma parte de los numerosos híbridos obtenidos por el cruce, que ocurre muy a menudo de forma espontánea en los jardines, entre dos especies salvajes, Monarda didyma y Monarda fistulosa, ambas originarias de América del Norte. Es una vivaz herbácea, mostrando a partir de la primavera un porte en mata tupida de 50 cm de altura y anchura. La floración tiene lugar de julio a agosto, pudiendo durar 8 semanas en pleno verano. La forma despeinada de las inflorescencias le confiere toda su originalidad. Están compuestas por largas flores tubulares curvas que miden  3 a 4 cm de largo, rodeadas de brácteas rubí con base verde lima, y poseen dos labios, uno superior erguido y uno inferior dividido en tres lóbulos y más extendido. Los capullos que se renuevan en el seno de la corona de flores son también verde lima ofreciendo un bonito contraste con las flores. Están posadas sobre tallos erguidos. La floración es melífera y nectarífera. El follaje verde oscuro es aromático. Al estrujarlo, desprende un olor cítrico característico. Las hojas son opuestas, acanaladas y dentadas, miden 10 a 15 cm de largo y suelen atraer a menudo a los insectos. Esta planta cubre el suelo en dos o tres años, extendiéndose gracias a sus rizomas, sin volverse invasiva. Muy resistente, también puede ser muy longeva si las condiciones de cultivo son buenas.

En parterres y borduras, la bergamota silvestre ‘Dancing Bird’ se combinará bien con vivaces de floración estival de colores brillantes o, por el contrario, pastel. Plántela en grupo para obtener una bonita masa de flores, contando con seis plantas, y combínela con daylilies naranjas, amarillos, rosas, o con esparcetas de flores rosa fucsia. La Bergamota silvestre Dancing Bird se asocia bien a finales de verano con asters lateriflorus, campanulas lactiflora, equináceas, y muchas otras plantas vivaces. También es adecuada para la plantación en bordillos, así como en las riberas de los puntos de agua que ella aprecia por su frescura. También se encuentra en praderas y bosques. Estas flores son encantadoras para crear bonitos ramos. Se puede destacar que la bergamota contiene aceites esenciales similares a los del tomillo, cuyas virtudes ya eran conocidas por los indios de América del Norte. Se puede hacer infusión de bergamota gracias a sus hojas o flores ya sean frescas o secas. También se pueden utilizar los brotes jóvenes en ensalada, o en el relleno de un asado.