Omphalodes cappadocica

Estas excelentes plantas, todas vivaces salvo una, son de cultivo muy fácil en un suelo fresco, incluso arcilloso y húmedo. Hemos plantado algunas en la rocalla, en un suelo más bien seco ligeramente calcáreo en compañía de cesta de oro y Sedum; luego en un suelo pesado, arcilloso y ácido, en una ubicación totalmente sombreada junto a pulmonarias y narcisos. Parecen adaptarse perfectamente a estas dos situaciones, aunque radicalmente opuestas, y viven allí sin cuidados especiales. Elimine las hojas dañadas por el frío y la lluvia a finales del invierno para que la planta esté hermosa desde el principio de la primavera.