Omphalodes verna

El Omphalodes verna, también conocido como Pequeña borraja, es una pequeña planta vivaz de cobertura del suelo que forma un maravilloso tapiz de nomeolvides, cuyo color azul sorprende por su frescura y vivacidad en la sombra clara de los bosques. Son aún más apreciadas porque animan los lugares a menudo poco floridos del jardín, en un momento del año en el que las floraciones son aún escasas. Indiferente al frío, tolerante a los suelos arcillosos, pesados y calcáreos, esta planta sin preocupaciones se siente cómoda en la mayoría de nuestras regiones, siempre que el suelo que la recibe se mantenga un poco fresco en verano.

El Omphalodes verna pertenece a la familia de las Boragináceas, al igual que la borraja oficial. Esta especie botánica es originaria de Europa central, extendiéndose desde Lombardía en Italia hasta Hungría. En Francia, está presente en muchos departamentos pero ausente en una cuarta parte del sureste de nuestro país, así como en Aquitania hasta el extremo suroeste.

Se trata de una planta vivaz herbácea con tallo rastrero de 15 cm de altura, que se extiende lateralmente mediante tubérculos estoloníferos. Desde la primavera, desarrolla bonitas matas basales compuestas por hojas redondeadas, en forma de corazón en la base, un poco abullonadas, de un hermoso verde fresco muy vivo, que desaparecen generalmente en invierno. La floración tiene lugar de marzo a mayo. Las bonitas flores de nomeolvides de un azul muy intenso, de 1.5 cm de diámetro, adornadas con un pequeño ojo blanco, son llevadas por pedúnculos largos, flexibles, erectos, poco frondosos. Se agrupan en cortos racimos terminales, bastante sueltos, de gran ligereza.

El Omphalodes verna es una encantadora planta de cobertura del suelo para colocar en un bosque claro y fresco, bajo arbustos caducos con frondosidad ligera, en un suelo rico en humus que se mantiene fresco incluso en verano. Plántelo a media sombra, por ejemplo junto a anémonas de bosque o japonesas, jacintos de bosque, disponiendo plantones aquí y allá entre matas de epimediums. Su asociación con el Narciso Tête-à-Tête es particularmente exitosa. Formará sorprendentes hilos azules en una rocalla sombreada, abriéndose paso entre grandes piedras musgosas. También es una bonita planta para bordear un pasillo expuesto al sol de la mañana. Forma parte de esas plantas vivaces que embellecen año tras año, sin necesitar cuidados. Su floración de un azul extraordinario tomará el relevo de la de los hepáticos y las violetas olorosas que aprecian las mismas condiciones.