Opuntia rufida

El Opuntia rufida (no confundir con el O. microdasys var. rufida), es un notable cactus raqueta, muy ornamental y resistente a las heladas. La planta forma un manojo erguido, bien ramificado, compuesto por numerosas raquetas adornadas con una multitud de pequeños mechones de pelos rojizos extremadamente decorativos pero irritantes, llamados gloquidios. La planta florece en primavera, ofreciendo delicadas flores de color amarillo brillante. En un clima favorable, dan paso a bonitos frutos rojos brillantes. Este Opuntia prospera fácilmente en macetas o en tierra, en un sustrato muy drenante, sin necesidad de cuidados especiales. 

El Opuntia rufida es una especie botánica relacionada con la Higuera de Barbarie (Opuntia ficus indica). Es una planta suculenta de la familia de las cactáceas. Es originaria de zonas desérticas de México y Texas, generalmente en suelos calizos, arenosos o rocosos. Como en todos los opuncias, su vegetación está compuesta por un tronco muy robusto, que se lignifica con la edad, dividiéndose en ramas aplanadas y carnosas llamadas artículos o raquetas. Un ejemplar adulto alcanzará aproximadamente 90 cm a 1 m de altura por 80 cm de envergadura,a veces más en condiciones favorables. De crecimiento moderadamente rápido, la planta produce 1 o 2 nuevas raquetas por año de primavera a otoño. Su superficie, de color verde azulado lavado de cobre, está cubierta de numerosos pequeños mechones de diminutos aguijones que recuerdan a pelos pero que permanecen muy irritantes y desagradables al contacto con la piel. La floración ocurre de mayo a julio, más temprano o tarde según el clima y en condiciones favorables. Varios flores de 4 cm de diámetro, en forma de copas redondeadas, aparecen en el borde de las raquetas, principalmente hacia sus extremos. Estas flores están compuestas por pétalos de textura fina y ligeramente translúcida. Su color es un amarillo brillante y claro, muy luminoso. El fruto es rojo brillante, cubierto de numerosos gloquidios.

Los Opuntias rústicos son cactus emblemáticos de los extensos y áridos paisajes de América del Norte. Estas plantas suculentas encuentran naturalmente su lugar en los jardines secos del sur de Francia, junto a otros arbustos más clásicos, con los que finalmente armonizan bastante bien. Se pueden asociar con cistes, lavandas, romeros y euforbias de terrenos secos, sin perder en gusto. Esta especie rufida resiste bastante bien a las heladas, hasta -12 °C en suelos secos. Se puede cultivar en tierra en un rocalla seca o en un talud árido en muchas regiones no demasiado húmedas en invierno. El cultivo en macetas no presenta dificultades, lo que permite proteger las plantas de la humedad invernal. Se debe mantener este cactus alejado de pasillos y niños, debido a sus temibles espinas diminutas, transparentes, casi invisibles a simple vista, que penetran con una facilidad desconcertante en nuestra epidermis y son muy difíciles de extraer.