Mejorana Pagoda Bells

La Origanum majorana Pagoda Bells es una variedad reciente de Mejorana, una aromática con un perfume potente y sutil. Durante todo el verano, sus flores están rodeadas por grandes brácteas verde jade y rosadas. Se puede utilizar en macetas o en rocallas (en climas suaves, ya que es bastante sensible al frío) en suelos calcáreos y secos, a pleno sol.

La Mejorana Pagoda Bells ('Lizbell') es uno de los muchos representantes de la familia de las Lamiáceas, en la que se encuentran numerosas plantas aromáticas como la lavanda, el tomillo, el romero... Todas estas plantas producen grandes cantidades de aceites esenciales que tienen como objetivo repeler plagas y ofrecer una protección contra los rayos del sol, de manera similar a una crema solar. Sin embargo, en el jardín, estas sustancias hacen principalmente la felicidad de nuestras narices (y para algunas, de nuestras papilas gustativas)!

Pagoda Bells forma un mata compacto, de unos 25 cm de alto por 30 cm de ancho. Sus hojas, muy redondas, son de un hermoso verde jade y tienen un aroma potente. Esta variedad tiene la particularidad de producir innumerables inflorescencias colgantes entre junio y octubre. Si las flores son minúsculas y bastante poco interesantes, las brácteas (es decir, las hojas que rodean las flores) están teñidas de rosa púrpura y le dan todo el encanto a este cultivar, que sigue siendo muy atractivo para los polinizadores.

Pagoda Bells, al igual que todas las mejoranas, aprecia suelos más bien secos y pedregosos, pobres y calcáreos, a pleno sol, para producir un máximo de aromas. También requiere un muy buen drenaje, de lo contrario sus raíces podrían pudrirse. Por último, tenga en cuenta que las mejoranas son bastante sensibles al frío: suelen morir por debajo de los -8 a -10 °C en general. Por lo tanto, se debe conservar en invernadero durante la temporada fría, a menos que viva en una región con inviernos suaves. Su cultivo es fácil en macetas, pero también se puede usar en suspensión, ya que su porte se presta muy bien a ello.

Asóciela con otras plantas de jardín rocoso como los tomillos, la ajedrea, los eródiums, o incluso las Flechas de Cupido, ¡para un efecto mediterráneo garantizado!