Peonia lactiflora Immaculée

La Peonia lactiflora Inmaculada es una peonía herbácea infinitamente refinada. Sus flores son grandes pero ligeras como un susurro, blancas, ligeramente perfumadas y bellamente formadas. Cada una presenta un corazón casi doble de finos pétalos blancos crema rizados que descansan en el centro de una amplia corola de pétalos más anchos, redondeados, de un blanco puro. La garganta está bellamente realzada con estigmas rojos en plena floración. Esta peonía de forma casi 'japonesa', muy diferente, ilumina los macizos durante la segunda quincena de mayo y también se comporta muy bien en un jarrón.

Las peonías herbáceas chinas provienen principalmente de Paeonia lactiflora, una planta herbácea perenne originaria de Asia central y oriental (desde el este del Tíbet, al norte de China, hasta el este de Siberia), donde crece de forma natural en bosques y praderas. Esta planta pertenece a la familia de las ranunculáceas o de las peoniáceas.

La variedad Inmaculada fue obtenida en Holanda en 1953. La planta forma a partir de la primavera un mechón herbáceo y arbustivo que puede alcanzar los 80 cm en todos los sentidos. Sus grandes flores de 16 a 18 cm de diámetro aparecen en mayo, según el clima, durante unas dos semanas. Nacen en forma de un gran botón blanco, luego se abren en una flor hábilmente organizada. Aquí, los estambres se transforman en pequeños pétalos finos, rizados, de un blanco cremoso y ligeramente translúcido. Ocupan el corazón de la flor, compuesto por pétalos anchos y redondeados dispuestos en corola. Los órganos femeninos, llamados estigmas, en esta peonía están teñidos de rojo. Solo son visibles cuando la flor está perfectamente abierta. Esta variedad tolera mejor que otras cierta sequía estival. El joven follaje púrpura y brillante se despliega en grandes hojas verde claro muy recortadas. Son llevadas por un pecíolo que se divide en 3, con segmentos lanceolados u ovales-lanceolados. Los folíolos son enteros o a veces lobulados. Desaparecen en invierno, mientras que persisten a nivel del suelo las yemas que se desarrollarán en primavera. Esta planta muy perenne crece a partir de una gruesa raíz carnosa que no aprecia ser trasplantada.

Las peonías forman parte de esas plantas que constituyen la base de un jardín. Antaño, cada jardín, desde el más modesto hasta el más elaborado, exhibía en primavera con orgullo, matas cubiertas de flores que encontraban su camino hasta la casa, acompañando en cada ramo al lila morado y a las campanillas azules. Opulenta y generosa, la peonía de China se instala en macizos, o en el borde de un camino, asociada a perennes atemporales como las ancólias, las campanillas, las rosas trepadoras, los claveles, o las rosas de Navidad. También aumentará la reserva de flores para los ramos, en el huerto. Solo la cultura en maceta no se aconseja, ya que no satisfará sus necesidades. Con el tiempo, la peonía se vuelve majestuosa y florece cada vez más abundantemente, produciendo hasta 60 flores.