Peonia mascula

La Paeonia mascula,, también conocida como Peonía masculina, recibe también el nombre de Peonía coralina, quizás por el bello color rojo coral que muestran algunas de sus semillas. Se trata de una especie botánica presente en Francia donde se ha vuelto rara, evidentemente víctima de coleccionistas insaciables y de la belleza de sus grandes flores de un rosa grana satinado. Se reconoce por su fructificación bicolor compuesta de semillas rojo vivo o negras, así como por su follaje, cortado en foliolos anchos y ondulados. Sus grandes flores rosas en forma de copas simples florecen de marzo a mayo según el clima. ¡Adopta en tu jardín esta planta en peligro y ofrécele lo que le gusta: la ambiente tamizada de un sotobosque y un suelo drenado, incluso arcillo-calcáreo y rocoso!

La Peonía coralina es originaria de Europa central y meridional así como de Asia Menor. Su área de distribución va desde Francia hasta Rusia pasando por Italia. Hacia el sur, desciende hasta Argelia. En Francia, esta planta está bajo estatus de alta protección, su recolección está prohibida y sujeta a sanción penal. Se mantiene en algunas estaciones ubicadas en el Centro (Loiret, Loir-et-Cher, Vienne, Côte d'Or), en Córcega (subespecie russi), así como en el norte del Lote donde fue redescubierta en 2004. Como todas las peonías, pertenece a la familia de las ranunculáceas (ahora peoniáceas).

Se trata de una planta herbácea vivaz con rizomas carnosos, muy rústica. Su crecimiento es lento durante los primeros años, esta planta de vigor moderado formando a la larga una mata tupida de 50-60 cm de altura por 40 cm de anchura. Sus tallos llevan hojas cuyo aspecto difiere según su posición en la planta. Las hojas inferiores están divididas en dos foliolos cortados en 3 segmentos, las superiores cortadas en 3 foliolos con amplios segmentos ondulados, pubescentes en el envés. La lámina, ligeramente ondulada, es de un verde algo glauco. La floración dura solo una semana, de marzo a mayo según el clima. Las flores, en forma de copas simples de 12 a 14 cm, solitarias, aparecen en el extremo de los tallos. Están compuestas por pétalos sedosos, cuyo color puede variar desde el rosa fresco al rosa purpúreo según las cepas. Están centradas en un corazón prominente compuesto por estambres amarillos. Esta floración es seguida por la formación de frutos peludos y grises que contienen semillas rojas estériles y semillas negras fértiles, redondas y lisas, que germinan tras la acción del frío.

Las peonías forman parte de esas plantas que constituyen la base de un jardín. Antaño, no hace tanto tiempo, cada jardín, desde el más modesto al más elaborado, exhibía en primavera, con orgullo, matas cubiertas de flores perfumadas que abrían camino hasta la casa, acompañando en cada ramo al lila morado y a las campanillas azules. La peonía coralina, rara y preciosa, merece un emplazamiento cuidadosamente elegido, a media sombra y en un suelo bien drenado. Se instala en el borde de un bosquete o en un sotobosque o incluso en una gran rocalla protegida del sol abrasador. Se puede asociar con pequeñas violetas, helechos de suelo seco (Asplenium trichomanes, Cystopteris dickiana, Dryopteris erythrosora, Polypodium vulgare), u otras plantas cubresuelos de sombra seca. No se recomienda su cultivo en maceta, ya que sus necesidades no se verán satisfechas. Con el tiempo, la peonía se vuelve majestuosa, se multiplica y florece cada vez más abundantemente.