Primula rosea Grandiflora

La Primula rosea 'Grandiflora' es una hermosa mejora de una pequeña primavera himalaya llamada Primavera rosa. Más vigorosa que su antecesora pero también más florífera, esta pequeña perenne de suelo fresco a húmedo es apreciada por sus generosos racimos de flores de un rosa particularmente vivo y luminoso, realzadas por un pequeño corazón amarillo. Aparecen en principios de primavera, antes de que sus grandes hojas abombadas de un hermoso verde brillante se manifiesten. Muy duradera, desaparece por completo en invierno para renacer con más fuerza en primavera. Encontrará su lugar en una rocalla fresca o cerca de puntos de agua, con una exposición soleada o semisombra.

La Primula rosea 'Grandiflora' es una obtención hortícola robusta, derivada de la Primula rosea, una pequeña planta herbácea perenne nativa de las zonas de gran altitud del Tíbet, donde crece de 2700 a 4000 m. Las primaveras pertenecen a la familia de las primuláceas.

En marzo-abril, cuando el follaje todavía está en forma de yemas, aparecen tallos florales cortos, de 15 cm de altura, a veces alargándose hasta 40 cm, que llevan en racimos terminales de 4 a 12 flores de 2,5 a 3 cm de diámetro, en copas abiertas compuestas por pétalos de un rosa verdadero, muy vivo, un poco más claro en la garganta rodeando un pequeño corazón amarillo brillante. El hermoso follaje de 'Grandiflora' se desarrolla cuando la floración está bien establecida en pequeñas rosetas en el suelo, emergiendo del rizoma corto y subterráneo. Las grandes hojas, de forma lanceolada y dentadas en el borde, totalmente caducas en invierno, de 15 a 20 cm de largo y 4 cm de ancho, con un aspecto abombado, son de un verde brillante. Están sostenidas por un pecíolo que se alarga durante el crecimiento.

La primavera rosa Grandiflora, fácil de cultivar, se desarrolla especialmente bien en un suelo húmedo, fresco de forma permanente a húmedo, no muy sombreado, condiciones que se encuentran en rocallas húmedas, áreas cercanas a estanques o en enrocamientos que bordean una pequeña cascada. Esta planta se combina bien con astilbes, Lysimachia, lirios de río, physostegia o houttuynia en las orillas de un punto de agua. En una rocalla alpina, se puede combinar con pequeños helechos (Adiantum), carex, Alchemilla, otras primaveras, perce-neige y violetas.

Las primaveras de nuestros jardines son casi todas perennes, a veces anuales y raramente arbustivas. Su cultivo puede ser muy fácil o, por el contrario, muy difícil. A menudo, el clima es un factor determinante para su supervivencia; algunas especies mueren si la temperatura estival es demasiado alta, otras si el invierno es demasiado húmedo, o demasiado frío, etc. Es un género complejo, que cultivamos desde hace 25 años, pero para comprender las formas de vida tan diferentes de todas las especies raras, hay que pasar mucho tiempo con ellas y saber que no perdonan ningún error. Las que están en este catálogo no ofrecen todas el mismo nivel de dificultad, pero todas son cultivables por un aficionado cuidadoso. Algunas son fáciles de criar, otras menos... ¡usted elige cuáles cree poder dominar en el cultivo!