Primula vialii

La Primula vialii es la más extraña de las primaveras asiáticas, ya que se asemeja más a una orquídea terrestre que a una primavera.

Esta extraña vivácea forma hojas caducas, verde pálido, vellosas, enrolladas en el borde, reunidas en rosetas de 10-15cm de diámetro de las cuales emergen, a principios de verano, curiosas inflorescencias. Los tallos erectos y altos de aproximadamente 40cm, llevan cada uno una espiga cónica, provista de flores rojo carmín cuando están en botón, y luego rosa malva una vez abiertas. Las flores se abren de abajo arriba y están coloreadas de rosa claro, dando un curioso efecto de cono bicolor en plena floración.

Una vivaz exigente, la Primula vialii prefiere las exposiciones semisombreadas, suelos ácidos, húmedos, ligeros y muy ricos en humus, sin exceso de agua en invierno. Cultívela en las orillas de un charca, en una rocalla en sombra fresca o en el borde de un bosque en compañía de Dodecatheon, Podophyllum, Astilbe y ligulaires. Dado que su vida es relativamente corta (algunos años), es preferible dividirla cada año, o dejar que se siembre de manera natural en un entorno propicio.