Primula vulgaris Francesca

La Primula vulgaris 'Francesca' es una primavera de jardines destinada a salir de los caminos trillados, ya que ofrece hasta el verano grandes flores en tonos inusuales, deuna frescura intensa. Están compuestas por pétalos festoneados con bordes muy rizados, de un color verde jade opalescente, irradiando alrededor de una garganta luminosa, verde lima a amarillo pálido. Estas flores florecen durante un período muy largo, insensibles a los caprichos del clima. Nuevas creaciones de variedades vuelven a poner en escena a estas vivaces a menudo cultivadas como bienales, ¡para nuestro mayor placer! Son perfectas en macetas, en jardineras, en macizos, en borduras, y crecen al sol o en semisombra, en suelo fértil y fresco.

La Primula 'Francesca' es una planta vivaz herbácea de la familia de las primuláceas, procedente de la Primula vulgaris que encontramos en nuestras praderas y bosques. Esta asombrosa variedad fue descubierta fortuitamente en Canadá, en Surrey, en una isla de Columbia Británica, por una jardinera llamada Francesca. Se distingue por su larga floración, abundante y continua, de marzo-abril hasta julio. Es una planta florífera, que forma en pocos meses un bonito manojo de follaje, de 15 a 25 cm de alto y de 25 a 35 cm de ancho. Desarrollan rosetas más o menos persistentes de hojas abullonadas y nervadas, de un hermoso verde claro y franco. 'Francesca' produce grandes flores con numerosas ondulaciones que evolucionan entre diferentes tonos de verde almendra, verde pistacho, verde jade o lima, iluminadas en el corazón por un tono más amarillo. Están agrupadas en racimos y llevadas por cortos pedúnculos vellosos rodeados de un cuello de follaje exuberante. Esta variedad aprecia las exposiciones de semisombra.

La primavera sin tallo Francesca es una planta versátil fiable y realmente fácil de cultivar. Merece estar en todos los jardines y en todos los balcones. Original y florífera, acompaña la primavera y la prolonga hasta el verano, atemperando con sus notas verdes y aciduladas las flores veraniegas brillantes. En bordillos de macizos o en jardineras en un balcón, esta planta se asocia bien con sus compañeras de color rosa o amarillo, con los Nomeolvides, las Peonías o las grandes Saxífragas. Las primaveras son perfectas en los bordillos, los macizos bajos bajo la cobertura de frondosos, en las rocallas y en los céspedes, entre las campanillas de invierno y las violetas. Las hojas y las flores son comestibles y se pueden consumir crudas o cocidas.

Virtudes:

Son las mismas que las de la primavera común y la primavera alta: las flores son suavizantes y calmantes, se utilizan en preparaciones expectorantes. Las hojas combaten la formación de hematomas, y toda la planta (especialmente la raíz) posee propiedades analgésicas, anti espasmódicas, diuréticas y expectorantes.