Puya mirabilis

El Puya mirabilis forma parte de un grupo de plantas perennes suculentas, relacionadas con las piñas, que crecen en los brezales áridos y matorrales de la Cordillera de los Andes. Tan espectaculares como robustas y frugales, hasta ahora casi imposibles de encontrar en Europa, estas extrañas reinas de los Andes están abriéndose camino entre los coleccionistas de plantas exóticas que también saben ser pacientes. Esta planta forma una roseta de largas hojas muy finas de un verde ceniciento con el reverso rojizo, bordeadas de espinas rojo intenso y produce un tallo floral delgado, adornado con algunas flores inclinadas que se asemejan a lirios verdes. El Puya mirabilis es poco rústico pero fácil de cultivar en cualquier suelo bien drenado, incluso calcáreo. En un clima adecuado, es una planta de rocalla original y decorativa. En otros lugares, se cultivará en macetas para protegerlo del frío húmedo en invierno.

El Puya mirabilis pertenece a la familia de las bromelias. Es originario de los Andes bolivianos y argentinos, donde crece en las montañas neblinosas. Esta especie soporta heladas de alrededor de -6°C en un suelo muy bien drenado y tolera el calcáreo.

Este puya muestra un crecimiento bastante lento, forma rosetas de hojas bastante densas, que pueden alcanzar una altura y envergadura de 80 cm. La planta se extiende con el tiempo para formar amplias matas compuestas por múltiples rosetas. Las hojas son delgadas, muy largas, afiladas, coriáceas, de color verde ceniciento, finamente rayadas de blanco y bordeadas de pequeñas espinas rojas curvadas hacia el interior de la planta. Las rosetas maduras, de 4 a 6 años de edad, florecen a finales de primavera, en junio.  Del centro de estas rosetas emerge un tallo floral que se asemeja a un espárrago, y puede elevarse hasta 1,50 m del suelo. En su extremo lleva una docena de flores tubulares, abiertas, de 10 cm de largo, inclinadas hacia el suelo. Cada una está compuesta por 3 pétalos verde claro con una línea mediana verde oscuro y 3 sépalos de color gris. Las flores marchitas se enrollan de manera curiosa. Estas flores abiertas son adecuadas para el pico de los pájaros nectarívoros de su Bolivia natal, que vienen a beber néctar mientras aseguran su polinización. La floración marca la muerte de la roseta, pero la planta asegura su perpetuación mediante la producción de rosetas hijas cerca de su base.

En un jardín de clima suave, el Puya mirabilis encuentra su lugar entre Magueyes, Dasylirions, Nolinas y otros Aloes, en un suelo bien drenado expuesto al sur. No coloque esta planta espinosa cerca de un paso y mantenga alejados a los niños pequeños. Esta planta se cultiva fácilmente en macetas, en un sustrato tipo tierra para cactus. A partir de las primeras heladas, guárdela protegida de la humedad y el frío, manipulándola con precaución debido a sus espinas, en el invernadero templado o la veranda sin calefacción.

Los angloparlantes llaman al Puya "planta comeovejas". De hecho, su vegetación espinosa le permite defenderse de los herbívoros en los brezales áridos donde pocas plantas logran sobrevivir. Imaginemos una oveja con su lana que se acercara demasiado al puya: podría quedar atrapada hasta su muerte y servir de alimento a la planta.