Rudbeckia maxima

Rudbeckia maxima, también conocida como Equinácea Grande, o Rudbeckia gigante, es una planta vivaz de gran tamaño sorprendente, melífera, indispensable en un jardín natural. Opulenta, muy original, se adorna duraderamente con grandes flores amarillo puro y brillante, similares a margaritas, sus pétalos cayendo suavemente alrededor de un cono oscuro muy prominente. Florecen de septiembre a noviembre si el tiempo es suave, sobre un magnífico follaje amplio, azul-verde plateado. Amada por insectos y aves, esta planta de aspecto salvaje sabrá ser apreciada por el jardinero en la parte trasera de los macizos, cuando, llegado el otoño, su floración solar y su follaje improbable se mezclarán con los arbustos flamboyanes. En terreno fresco, expuesta al sol, alcanza proporciones gigantescas.

El Rudbeckia maxima pertenece a la familia de las asteráceas. Esta gran vivaz nativa del centro y sur de los Estados Unidos crece de forma silvestre en lugares tan diversos como zonas boscosas, praderas húmedas, pastizales, a lo largo de las carreteras de Arkansas, Oklahoma, Luisiana y Texas. Esta planta es una conquistadora, a la vez muy adaptable y realmente original. Forma una mata frondosa de tallos sólidos y erguidos, que pueden alcanzar fácilmente los 150 cm de altura, con una extensión de 60 cm. Su follaje es sorprendente, lo que le ha valido a esta vivaz su nombre de Equinácea de hoja de col al otro lado del Atlántico. Sus anchas hojas gruesas y cerosas, de un azul-verde plateado, ovales, a veces de hasta 30 cm de largo, son más grandes hacia la base del tallo. La mata así formada también evoca a una amapola común gigante. Cuando la floración aparece, a finales del verano, el espectáculo continúa, siempre tan sorprendente: en el extremo de los largos tallos aparecen capítulos solitarios en forma de margaritas amarillo brillante, de 6 cm de diámetro, con pétalos ligulados ligeramente caídos, rodeando un cono central muy prominente, marrón-negro con reflejos de miel. Las semillas dejadas en su lugar atraen a los pájaros, alimentando a los jilgueros y carboneros a principios del invierno.

Aproveche la fuerte presencia del rudbeckia para asociarlo con plantas de floración efímera en un "mix-border" en el espíritu de los jardines de cottage. Elija variedades con tonos más suaves, casi pastel para calmar o incluso domar su amarillo conquistador. Colocado en segundo plano, será muy efectivo con rosales ingleses (Winchester Cathedral, Eglantine), enredaderas (clemátide Grace), vivaces (artemisa silver queen, equinácea blanca, agastache rugosa alabaster y bergamota) y bulbos de dalia (variedades bishop of Dover y Leicester). Plantado en masa frente a macizos de arbustos, el Rudbeckia maxima será magnífico asociado a los follajes otoñales de los evónimos caducos, cotinus, hortensias quercyfolia, parrotia persica...