Salvia pratensis - Salvia de prados

La Salvia pratensis, la salvia de los prados, es esta hermosa planta con aspecto de mala hierba encantadora que se invita en nuestros campos, una habitual de los setos y praderas en barbecho. Extremadamente florífera, esta planta vivaz aromática que marca el paisaje de la primavera al verano atrae la mirada, magníficamente coronada de flores de un azul violáceo luminoso llevadas en espigas aéreas. Robusta, ahorradora de agua y resistente al frío, es una planta de las más fáciles de tener éxito en todas las regiones. ¡Dale un lugar en un macizo de flores o al borde de un pasillo, aportará un toque muy natural!

Originaria de Europa Occidental hasta el Cáucaso, la salvia de los prados es una especie herbácea vivaz muy rústica, que soporta bien el sol y los suelos calcáreos secantes. Como todas las demás salvias, pertenece a la gran familia de las lamiáceas o labiadas. Su follaje es semipersistente, sus tallos foliados forman matas que pueden cubrir 1m de diámetro en condiciones muy favorables. Produce de junio a agosto (menos tiempo en clima cálido) inflorescencias en espigas multiflores, llevadas a 75 cm de altura. Las flores bilabiadas y alargadas son de color azul malva claro, encerradas en la base en un cáliz violeta. Meliferas y nectaríferas, se renuevan sin parar hasta el corazón del verano y son muy apreciadas por mariposas y abejas. Las hojas, caducas, son ovales a oblongas, rugosas, con bordes crenelados, formando una hermosa vegetación. Son de un verde oscuro un poco apagado, vellosas, y contienen un aceite esencial aromático, perceptible al ser frotadas. Las propiedades medicinales de esta especie son similares a las de la salvia oficial Salvia officinalis. La salvia de los prados ha dado lugar a numerosos cultivares con flores blancas, rosas, azules o violetas.

La salvia de los prados es suficientemente vigorosa para resistir la competencia de las malas hierbas. Destaca en los taludes a los que contribuye a mantener con sus raíces de anclaje profundo, que le permiten buscar la frescura incluso cuando el calor aprieta. En esto, será perfecta para mantener la tierra de las rocallas o de las orillas cerca de puntos de agua. Es una planta muy resistente, soportando periodos de sequía prolongados y condiciones de cultivo espartanas. Tolera bien el calizo, creciendo incluso en laderas calizas, y soporta sin flaquear los inviernos rigurosos. En macizos, asóciala por ejemplo con linarias, con su prima la salvia oficial, con penstemones rojos o potentillas arbustivas anaranjadas, lavateras arbustivas. ¡Combínala también con rosales antiguos y Nepeta faassenii, Lychnis coronaria, gramíneas ligeras... Se adapta con todas las plantas del jardín!

Contando con más de 900 especies de anuales, vivaces y arbustos, distribuidas por todo nuestro planeta, excepto las regiones muy frías y la selva tropical, el género Salvia es el más rico de la familia de las lamiáceas. El nombre Salvia, que se remonta a la época romana, deriva del latín salvus "sano" por alusión a las virtudes medicinales de la salvia oficial.