Salvia pratensis Swan Lake - Salvia de prados

La Salvia pratensis 'Swan Lake es una hermosa variedad de salvia de prados con flores blancas puras que aporta ligereza y un toque de luz a los macizos de verano. Es una excelente planta perenne de jardín, florífera, resistente, poco exigente en agua y resistente al frío. Con su aspecto de mala hierba elegante, resulta ideal en macizos o bordillos, al sol o en media sombra. 

Extendida desde Europa occidental hasta el Cáucaso, la salvia de prados es una especie perenne, muy resistente, que tolera el sol y los suelos secos. La variedad 'Swan Lake' conserva su facilidad de cultivo, pero sus flores son más grandes y de un magnífico blanco puro. Sus tallos foliados forman un mechón que puede medir 40 cm de diámetro. La planta florece desde finales de mayo hasta julio, en sucesivas oleadas, dependiendo del clima. Produce numerosas inflorescencias en espigas multiflores, llevadas a 50 cm de altura, con flores bilabiadas. Son muy apreciadas por mariposas y abejas. Las hojas son ovales a oblongas, rugosas, con bordes crenados, más o menos grandes, formando una hermosa vegetación. Son aromáticas al ser aplastadas. Es una planta caduca en invierno, cuya vegetación emerge del suelo en primavera. 

La salvia de prados 'Swan Lake' es lo suficientemente vigorosa como para desplazar la competencia de las malas hierbas. Al igual que su antepasado azul, sobresale en los taludes, contribuyendo a mantenerlos con sus raíces de anclaje profundo, que le permiten buscar la frescura incluso cuando el calor aprieta. Es una planta muy resistente, soportando períodos prolongados de sequía y condiciones de cultivo austeras. Tolera bien el calizo, creciendo incluso en laderas calcáreas, resistiendo sin debilidad los inviernos rigurosos. En macizos, combínala con la salvia esclarea, la salvia officinalis, rosales románticos y Nepeta x faassenii, Lychnis coronaria... 

Con más de 900 especies de anuales, perennes y arbustos de madera blanda, distribuidas por todo el mundo, excepto en regiones muy frías y en la selva tropical, el género Salvia es el más rico de la familia de las lamiáceas. El nombre Salvia, que se remonta a la época romana, deriva del latín salvus "sano", en alusión a las virtudes medicinales de la salvia officinalis.