Scutellaria suffrutescens

La Scutellaria suffrutescens es una planta tapizante vivaz, formando un cojín. Desde la primavera hasta las heladas, se cubre de flores en casco de color rosa frambuesa, perfectamente resaltadas sobre un follaje denso, semipersistente y verde oscuro. Es una planta ideal para bordillos y rocallas calizas y drenadas, al sol o en una sombra muy ligera, en un ambiente cálido y seco. También da buenos resultados en macetas.

Originaria del sur de Estados Unidos y el norte de México, la scutellaria suffrutescens es una rareza que pertenece a la inmensa familia de las Lamiáceas, que incluye muchas plantas aromáticas como las mentas, el romero, el tomillo, así como ornamentales como las lámiums, las buglas... que son todas buenas plantas de jardín. Esta especie forma un cojín tapizante postrado y denso de 20 cm de alto por 60 cm de diámetro, con pequeñas hojas verde oscuro semipersistentes en climas no muy rigurosos. Luce de junio a octubre una profusión de pequeñas flores de un intenso rosa frambuesa. Si su forma en "casco" es típica del género Scutellaria, su color es bastante inusual: la mayoría de las scutellarias son de hecho moradas a azul violáceo, raramente amarillas.

La Scutellaria suffrutescens crece en zonas secas y pedregosas de altitud. Resiste a temperaturas de -15 a -20°C en suelo muy bien drenado, especialmente en invierno, y aprecia los suelos calcáreos. Tolera una sombra ligera por la tarde, especialmente en climas cálidos, pero prefiere el pleno sol. Si su suelo es demasiado pesado, piense en aligerarlo con arena gruesa e incorporar piedras en el hoyo de plantación. Sin embargo, la vida de la planta será menos duradera en un suelo demasiado rico y arcilloso.

Será una excelente planta tapizante para sus rocallas soleadas, sus bordillos secos, y por supuesto en maceta con un sustrato bien drenante. Asóciela con otras plantas que tengan los mismos requisitos, como los tomillos (Thymus vulgaris, T. pseudolanuginosus, T. capitatus...), las gazanias, los girasoles perennes tapizantes, o incluso el Erigeron karvinskianus. ¡Su compatriota Agave neomexicana también será un muy buen vecino!