Sedum Eline

El Sedum 'Eline', comúnmente conocido como Orpin, es un reciente hallazgo. Se trata de una planta suculenta perenne con tonos raros. Su follaje se adorna con numerosos matices: verde grisáceo en primavera, se venas de púrpura durante la temporada estival y multiplica los reflejos brillantes a la llegada del otoño. Sus tallos sólidos y bien erguidos retoman este color púrpura, contrastando así con su hermosa floración amarillo crema. Duradero en ramos, como en parterres, aprecia el sol, los suelos secos y se muestra complaciente.

Los Orpins son la prueba de que un suelo pobre también puede ofrecer ejemplares hermosos con una generosa floración. Si su terreno no es rico, más bien seco, incluso pedregoso, o incluso un poco calcáreo, podrá beneficiarse de plantas perennes rústicas (resisten temperaturas por debajo de -15°C), que no requieren cuidados y prometen animar el jardín con la visita de mariposas. Estas suculentas son fáciles de cuidar y poseen flores y follajes de tonalidades variadas que hay que aprovechar para componer múltiples paletas, ya sea en parterres o en macetas. Sin embargo, si posee un sustrato rico, fresco y pesado, también podrá adoptarlas tomando algunas precauciones indispensables. Se aclimatarán sin problemas si se asegura de añadir grava y colocarlas a pleno sol. No deben sufrir excesos de humedad en invierno.

La variedad 'Eline' presenta un manojo arbustivo que se extiende sobre 40 cm de envergadura, compuesto por tallos púrpuras, sólidos y carnosos que se elevan hasta 35 cm de altura. Portan hojas caducas, ovales, gruesas y planas, dispuestas de forma alterna y son sésiles (sin pecíolo). Estas poseen múltiples colores: el tono base es más bien gris azulado, con algunos restos de verde, las venas son rojas y toda esta paleta se oscurece aún más a lo largo de las estaciones. Todas estas tonalidades varían, al igual que la mayoría de sus primos del mismo género, según las condiciones climáticas: la cantidad de luz y agua le dan la oportunidad de aclararse o acentuar sus tendencias. Es, por lo tanto, un espectáculo permanente. Su floración duradera permite componer ramos frescos, pero también secos. Las bellas inflorescencias en corimbos densos, abombados, casi aplanados, están compuestas por múltiples pequeñas flores, con forma estrellada, muy apreciadas por los insectos que no dejan de libar. Rosadas en botón, evolucionan luego y se abren en un amarillo crema muy apetecible que parece dorarse lentamente.

El Sedum 'Eline' es una novedad que barre una amplia paleta de colores. Se integra así en todos los cuadros y convive con el carmesí, el crema y el chocolate sin faltar al gusto. Se adapta especialmente a ambientes poéticos y encantadores. Junto a sus primos de tonalidades igualmente brillantes, aporta su toque personal. Junto a las gramíneas, estructura y colorea. Es una hermosa transición para dejarse llevar al otoño en compañía de los Asters.