Sedum Sunkissed

El Sedum 'Sunkissed', también conocido como Orpin, es una suculenta vivácea que produce grandes inflorescencias crema amarillentas en tallos cortos y robustos. Duradero en ramo, así como en macizos, aprecia el sol, los suelos secos y se adapta en todas las situaciones

Los Orpins son la prueba de que un suelo pobre también puede ofrecer especímenes bonitos con una floración generosa. Si su terreno no es rico, más bien seco, incluso pedregoso, o incluso un poco calcáreo, aún podrá beneficiarse de vivaces resistentes (soportan temperaturas inferiores a -15°C), que no requieren mantenimiento y prometen animar el jardín con la visita de mariposas. Estas suculentas son fáciles de cuidar y tienen flores y follajes de variadas tonalidades de los que se puede disfrutar para componer múltiples paletas, ya sea en macizo o en maceta. Sin embargo, si tiene un sustrato rico, fresco y pesado, también podrá adoptarlas tomando algunas precauciones esenciales. Se aclimatarán sin problemas si se asegura de añadir grava y colocarlas a pleno sol. No deben sufrir excesos de humedad en invierno.

La variedad 'Sunkissed' presenta una mata tupida que se extiende hasta 40 cm de envergadura, compuesta de tallos sólidos y carnosos que se elevan hasta 30 cm de altura. Llevan hojas caducas, ovales, gruesas y planas, dispuestas de forma alterna y son sésiles (sin pecíolo).

Su floración duradera y espectacular permite componer ramos frescos, pero también secos. Las bellas inflorescencias en corimbos densos, abombados, casi aplanados, están formadas por múltiples pequeñas flores con forma estrellada, muy apreciadas por los insectos que no dejan de libar. Blancas en botón, evolucionan luego y se abren en un amarillo crema muy apetecible que parece dorarse suavemente.

El Sedum 'Sunkissed' es una novedad que abarca una amplia paleta de colores. Se integra así en todos los cuadros y convive con el carmín, el crema y el chocolate sin error de gusto. Se adapta especialmente a ambientes poéticos y encantadores. En compañía de sus primos de tonalidades igualmente brillantes, aporta su toque personal. Junto a las gramíneas, estructura y colorea. Es una hermosa transición para dejarse llevar hacia el otoño en compañía de los Ásteres.