Sempervivum Noir

El Sempervivum 'Noir' es una hermosa selección de Siempreviva con follaje notablemente color púrpura casi negro. Posee la misma facilidad de cultivo que su ancestro y se combina a la perfección con la piedra, cubriéndola con un tapiz de pequeñas rosetas suculentas yuxtapuestas, de geometría muy regular, que recuerdan a alcachofas en miniatura. Su floración en estrellas rosa-púrpura surge del corazón de las rosetas envejecidas, un día de verano, como un momento de color inesperado. Muy rústica, esta vivaz que vive prácticamente sin suelo y se contenta con el agua del cielo llenará de un enmarañado colorido y muy organizado los pequeños tiestos de terracota, las zonas abandonadas o las grietas de un viejo muro.

La Barba de Júpiter es una planta originaria de las cordilleras de Europa y Marruecos. En Francia, se encuentra principalmente en los Alpes, el Jura, los Pirineos y el Macizo Central, generalmente a altitudes entre 200 y 3,000 m. Esta planta suculenta de la familia de las crasuláceas crece espontáneamente en praderas rocosas, en rocas y pedregales, en situaciones despejadas y soleadas. No es raro encontrarla en viejos muros y tejados de nuestros pueblos de montaña. Las raíces de esta vivaz son gruesas y largas; se infiltran profundamente en las grietas de las rocas, asegurando así una buena fijación en las paredes mientras extraen agua en profundidad.

El cultivar 'Noir' se distingue por el color de sus hojas. La planta forma lentamente pequeñas colonias de rosetas de tamaños diferentes, yuxtapuestas, alcanzando 10 cm de diámetro en la madurez y no superando los 10 a 15 cm de altura. Con el tiempo, esta barba de Júpiter podrá formar a través de sus tallos estoloníferos un tapiado que se extiende hasta 60 cm en el suelo, adaptándose perfectamente al relieve. Cada roseta está compuesta por numerosas hojas puntiagudas, ciliadas en el borde, sin pecíolos, de color verde en la base y más o menos teñidas de púrpura-negro. La floración aparece en las rosetas de 2 o 3 años, que luego desaparecerán, no sin asegurar su perpetuidad mediante la producción de varias pequeñas rosetas en la periferia. Los bohordos florales de 15 cm de altura se desarrollan en verano, formados por tallos gruesos, cubiertos de escamas púrpuras, que llevan de 1 a 5 flores estrelladas con 8-10 pétalos de un rosa oscuro algo opaco, más o menos púrpuras.

La Siempreviva Noir, al igual que todas las barbas de Júpiter, es una bendición para los jardines donde la tierra es escasa. Donde pocas especies sobreviven, ella prospera y coloniza los espacios abandonados. Si su terreno es pobre, más bien seco, pedregoso, rocoso o incluso un poco calcáreo, aún podrá disfrutar de esta vivaz rústica (que resiste temperaturas por debajo de -15°C), que no requiere mantenimiento y promete animar cualquier montón de piedras, un muro o incluso un tejado vegetalizado. Las barbas de Júpiter son plantas suculentas fáciles de cuidar, que ofrecen flores y follajes de diversos tonos para crear sorprendentes decoraciones en miniatura. Magníficas por su diseño en macetas, especialmente en recipientes bajos tipo 'terrina de bonsái', son insustituibles en borduras, abrevaderos o rocallas, acompañadas de 'saxifragas umbrosas', campanillas de muro o lewisia cotyledon. Estas vivaces encantadoras rápidamente despiertan el deseo de multiplicarlas. Piense en elegir compañeros con floraciones desfasadas (sedums, tomillos) y follajes coloridos (bergenias, euphorbia myrsinites...) para una rocalla colorida y alegre.

Propiedades:

Antiguamente, esta planta apodada 'Vulneraría' formaba parte de las plantas asociadas a la magia blanca. Una antigua creencia le atribuía un poder protector contra los rayos, atributo específico del dios Júpiter. Por lo tanto, se recomendaba instalar barbas de Júpiter en el tejado de las cabañas.