Silene vulgaris - Hierba del corazón

El Silene vulgaris, conocido como Hierba del corazón o Silene inflada, es una planta vivaz muy común en Francia, en tierras sin cultivo, en los bordillos de las carreteras y otros lugares perturbados. Se reconoce inmediatamente cuando está en flor: en su vegetación flotan cantidad de pequeñas flores curiosamente hinchadas, finamente venosas de color rosa marrón sobre un fondo blanco, visitadas por numerosas mariposas. Este silene tiene su lugar en los jardines de flores autóctonas, en macizos o en un gran borde. Muy resistente, perfectamente adaptable, esta encantadora "mala hierba" se siembra de manera natural y se adapta a todos nuestros climas.

El Silene vulgaris pertenece a la familia de las Cariofiláceas. Es una planta silvestre presente en toda Francia, pero también en toda la cuenca mediterránea, especialmente en terrenos calcáreos. El crecimiento de esta planta vivaz es bastante rápido y alcanza aproximadamente los 70 cm de altura en su tamaño adulto y 25 cm de ancho. Desarrolla un tocón leñoso, ligeramente con chupones, así como raíces que se adentran hasta 1 m de profundidad en el suelo. Del tocón emergen en primavera varias tallos erectos adornados con hojas ovaladas a lanceoladas, ligeramente velludas, de textura un poco gomosa y de color verde azulado. Las de la base pueden llegar a medir 12 cm de largo. La floración, abundante y prolongada, tiene lugar entre abril-mayo y agosto-septiembre, según el clima. La inflorescencia en cima, que se desarrolla en la parte superior de los tallos, está compuesta por 3 a 20 flores. Cada flor, de aproximadamente 1,5 cm de largo, está formada por un tubo hinchado en forma de odre que se abre en 5 lóbulos estrellados. Las flores son blancas, cuadriculadas con finas venas de color rosa marrón. El fruto es una cápsula que mide hasta 1,4 cm de largo, oculta en el abultamiento formado por los sépalos soldados que persiste después de la floración. La vegetación aérea, caduca, se seca en otoño.

El cultivo del Silene vulgaris no presenta dificultades, ya que su resistencia al frío es excelente y la planta tolera bien la falta de agua en verano una vez enraizada profundamente. Las ideas de asociación no faltan, en un gran macizo campestre, un prado florido o un mixed-border al estilo inglés. Su floración bucólica se ve perfectamente realzada por el encanto salvaje de las gramíneas, pero también por el azul de los Perovskias o el rojo de su pariente americano el Silene regia. Los ásteres que florecen en verano también serán compañeros muy bonitos, al igual que las equináceas, los cardos o incluso los girasoles vivaces, como el Helianthus salicifolius.

En cuanto a la cocina: las flores y las hojas son comestibles. Estas últimas tienen un sabor similar a los guisantes verdes. Las hojas jóvenes son ligeramente dulces. Se pueden utilizar en ensaladas, sopas y gratinados. También se pueden hacer tisanas con silene inflada.