Stachys monieri Rosea

El Stachys monieri Rosea es otra epiaire, poco conocida y por lo tanto raramente utilizada en nuestros jardines. Esta prima de las orejas de oso, de origen montañoso, presenta un aspecto muy diferente. A diferencia de las especies lanudas a menudo utilizadas en suelos secos, seduce primero por su bonita floración estival, en amplias espigas florales rosa pálido y plumosas, que se alzan sobre un montículo de follaje verde, muy organizado, de aspecto arrugado y acanalado, más o menos persistente según la dureza del invierno. Esta vivaz muy rústica se cultiva en un suelo ordinario, drenado pero no demasiado seco. Ofrece a los jardineros curiosos otra forma de vestir de rosa los bordillos soleados e incluso las jardineras.

Las Epiaires pertenecen a la familia de las Lamiaceae, al igual que las mentas y las salvias. El Stachys monieri encuentra sus orígenes en Kurdistán, un país de montañas y mesetas altas de Asia central. Es una planta herbácea estolonífera de tamaño mediano, de aspecto variable en la naturaleza. La variedad 'Rosea' se distingue por una floración rosa muy suave. La planta mide de 40 a más de 55 cm de altura en flor, y forma una roseta cónica de follaje basal muy bien dispuesto. Las grandes hojas son ovales a cordiformes, el limbo verde botella es brillante, grueso y fuertemente nervado, de aspecto arrugado. De junio-julio a septiembre-octubre, produce flores agrupadas en espigas anchas y densas en el extremo de tallos adornados con raras hojas pequeñas. Las flores son bilabiadas, con un lóbulo, miden 1,5 cm y están delicadamente coloreadas de rosa. Esta planta forma lentamente hermosos mechones, creciendo a través de tallos rastreros que se enraízan al contacto con el suelo.

El Stachys monieri Rosea encontrará naturalmente su lugar en los bordillos, y en las rocallas asociadas al Onosma alboroseum, a la campanilla de los muros o a la Antennaria dioica Rubra. Se combina bien en los macizos con floraciones rosas, malva o violetas de las equináceas, monardas, verónicas, Sedum Matrona, Aethionema... Se sentirá a gusto en macizos campestres, en compañía de plantas de aspecto salvaje como la Consuelda, la borraja, las centáureas, népétas y los ásteres (Aster cordifolius, Aster turbinellus...). Se adapta a numerosas situaciones, plántelo también al pie de rosales arbustivos o en compañía de geranios vivaces.