Strobilanthes attenuata Blue Carpet

El Strobilanthes attenuata Blue Carpet, de nombre bárbaro y desconocido para los jardineros, es sin embargo una bonita planta tapizante vivaz muy fácil de cultivar. Perfectamente resistente, cómoda incluso en un suelo empobrecido bajo la sombra de arbustos, forma sin debilidades matas herbáceas bastante altas que se adornan desde finales del verano hasta las heladas con espigas densas llenas de flores tubulares de un hermoso azul violáceo. Florecen sobre un abundante follaje ovalado y veludo, fuertemente nervado, que adquiere bellos colores en otoño. Acomodándose al sol en clima fresco, esta planta caducifolia de origen himalayo prefiere generalmente la media sombra o la sombra.

El Strobilanthes attenuata es una de las pocas especies resistentes de este género que reúne más de 250 especies, originarias en su mayoría de Madagascar o de Asia tropical a templada. Pertenece a la misma familia que las acantáceas. El cultivar 'Blue Carpet' se diferencia principalmente por el color azul de sus flores. La planta forma un macizo con base leñosa compuesto por tallos erguidos, que alcanzan de 80 cm a 1.20 m en todas direcciones según las condiciones de cultivo. Los tallos, caracterizados por nudos más o menos hinchados, llevan hojas opuestas, ovales y dentadas, de un verde mate. Las flores, compuestas por 5 lóbulos desiguales, tienen una curiosa forma de tubo ensanchado y doblado, y son de un hermoso azul violáceo luminoso. Se agrupan en inflorescencias apretadas en la parte superior de las ramificaciones. El follaje se tiñe de rosa púrpura al final de la temporada, antes de desaparecer en invierno. Esta planta se extiende en anchura a través de tallos laterales que producen raíces, como si se enraizaran espontáneamente.

Los Strobilantes son aún muy poco conocidos, a pesar del valor de algunas especies vivaces y resistentes notables y muy útiles para lugares sombreados. El strobilanthe 'Blue Carpet' se sentirá a gusto en el borde de un bosque o bajo un seto, incluso en un suelo lleno de raíces. En este uso, se puede asociar, por ejemplo, con las pequeñas violetas, las ortigas muertas o el Waldsteinia ternata. Al norte del Loira, esta planta tolerará bien una exposición soleada, por ejemplo en una rocalla junto a ásteres dumosus o grandes sedums. En regiones más cálidas, será preferible instalarla en un macizo sombreado junto a helechos, anémonas japonesas, Actea simplex. A media sombra, sus grandes espigas azules complementarán perfectamente las manchas doradas de un Solidago rugosa o los soles de un Ratibida pinnata.