Thalictrum rochebrunianum

El Talictro rochebrunianum es un sorprendente talictro de origen japonés, una planta de alta estatura pero llena de clase. Esta hermosa especie botánica seduce tanto por su follaje azulado particularmente elegante, fino y recortado, como por su floración estival rosa-lavanda púrpura, vaporosa, formada por innumerables pequeñas flores en copas, abiertas sobre estambres amarillo-crema. Estas se agrupan en paniculados aéreos, colgantes, floreciendo en el extremo de tallos sólidos y rectos. Esta maravillosa planta perenne florece en un suelo bastante fresco, a la sombra o a media sombra, lejos del sol directo que podría quemar su follaje.

El Talictro rochebrunianum, también conocido como Pigamon de Rochebrun, es una planta perenne rizomatosa, originaria de Corea y Japón, perteneciente a la familia de las ranunculáceas. Se trata de una planta herbácea perenne, de porte erguido y erecto, formando un mata tupida de donde emergen tallos delgados y sólidos, teñidos de púrpura, alcanzando una altura de aproximadamente 1,50 m (a veces 2 metros en suelo húmedo y al sol), con un ancho de 40 a 50 cm. Su follaje caduco, verde ligeramente azulado, finamente recortado y muy ligero, está compuesto por hojas de 25 a 45 cm de largo, pinnadas o ternadas, con folíolos obovales enteros o lobulados. En julio-agosto, aparecen grandes paniculados sueltos, terminales y axilares, bien ramificados, compuestos por pequeñas flores en forma de copas, inclinadas, con cuatro sépalos rosa púrpura azulado, realzadas por prominentes estambres de un amarillo cremoso. Al no gustarle la competencia de raíces cercanas, se respetará una distancia de plantación de 40 cm alrededor de su base. Los talictros, algo lentos para establecerse, serán cada vez más hermosos con el tiempo.

Este talictro o Talictro rochebrunianum cumple la misma función ornamental que los Gypsophila paniculata, pero a diferencia de ellos, prefiere las zonas frescas y sombreadas del jardín. Por su desarrollo, su delicado y elegante follaje, así como su aspecto vaporoso, será perfecto para aportar altura y ligereza a los macizos. A pesar de su tamaño, su silueta transparente le permite ser colocado incluso en la parte delantera de los macizos para crear un efecto sorpresa. Lucirá especialmente bien en contraste con plantas perennes menos ligeras (Rodgersia, Hostas azules), así como en los bordes de macizos de arbustos. Encontrará naturalmente su lugar junto a Hortensias, Rosas arbustivas o trepadoras, Fucsias, Anémonas japonesas, Aconitos, Astilbes, Campanillas, Arraclanes, Symphoricarpos, Helechos, Helléboros, Digitales, Gramíneas, Geranios perennes, Saúco, Bambú sagrado...