Tiarella wherryi

La Tiarela wherryi es una hermosa planta perenne de sombra fresca. Forma un mechón de aproximadamente 20 cm de altura por un poco más de ancho. Su hermosa floración, en espigas plumosas rosadas que se vuelven blancas, es notablemente prolongada ya que se extiende desde mediados de primavera hasta el corazón del verano. Sus hojas verde claro son muy decorativas y recuerdan a las del arce.

La Tiarella wheyrri, también conocida como Tiarelle de Wherry, pertenece a la familia de las saxifragáceas. Debe su nombre a Edgar Theodore Wherry, mineralogista, geólogo y botánico estadounidense. Las tiarelas, originarias de los bosques norteamericanos, son primas de las heucheras con las que se hibridan con facilidad.

Esta tiarella forma un mechón erguido, que no supera los 30 cm de altura por 40 cm de envergadura en su madurez. En mayo aparecen las flores individuales, ligeramente perfumadas, con forma de estrella. Están densamente distribuidas en delicadas espigas en tallos de aproximadamente 30 cm de altura, y ofrecen un hermoso degradado de rosa frambuesa muy pálido a blanco, según su decoloración con el tiempo. Su follaje, semipersistente, es verde claro con nervaduras de marrón purpúreo en la base. Sus hojas suaves, palmadas y lobuladas, miden aproximadamente 10 cm de longitud. En otoño e invierno, adquieren sublimes tonalidades bronce purpúreo. Estas tonalidades son aún más marcadas cuando las temperaturas descienden durante el invierno.

En estado silvestre, las Tiarella suelen encontrarse en entornos boscosos o montañosos, en suelo fresco y húmedo, bajo climas frescos. Por lo tanto, es una planta ideal para ornamentar los sotobosques húmedos o las rocallas frescas en nuestras regiones más septentrionales. Se desarrollan bien en compañía de helechos, Hostas, sellos de Salomón, astilbes. También se pueden utilizar como planta de ribera, para acompañar a los Rodgersia, un naranja en invierno, o las velas de plata. También se desarrollarán muy bien en macetas o jardineras a la sombra. Se deben plantar en una mezcla de tierra bien drenada sin exceso de fertilizante, controlando el riego en verano y reduciéndolo en invierno. Las macetas necesitarán protección contra los vientos fríos del invierno.

Los botones florales se forman durante el verano, pero no se desarrollarán ni florecerán hasta que hayan sido expuestos a un mínimo de 10 semanas de temperaturas frías el año siguiente. Por lo tanto, el frío es necesario para la maduración de esta planta perenne.