Phyla nodiflora

El Phyla nodiflora, también conocido como Lippia nodiflora o Lippia repens, es una de las mejores alternativas al césped en suelos secos, incluso en zonas transitadas. Esta pequeña planta vivaz forma rápidamente extensas alfombras muy rasas compuestas por un follaje más o menos persistente según el clima, notablemente denso, de un suave tono gris verdoso. En primavera aparecen innumerables pequeños ramos de flores lila rosadas, que son del agrado de las abejas. Estas flores suelen renovarse frecuentemente hasta septiembre. Es una planta realmente poco exigente, frugal, aunque su rusticidad a veces flaquea en regiones frías. Prospera a pleno sol, pero también en media sombra, en suelos drenados.

El Phyla nodiflora es una pequeña planta vivaz muy extendida en el este de la Cuenca Mediterránea y en Asia Menor, así como en numerosas regiones de clima subtropical seco y cálido. Es una pariente cercana de las verbenas, con las que comparte la pertenencia a la familia de las verbenáceas. La planta, generalmente caducifolia, a veces persistente en climas suaves, forma rápidamente extensas alfombras de 1 a 10 cm de altura según las condiciones de humedad y sombra, ocupando en el suelo una superficie de 1 m², e incluso más. Los tallos enraízan en cada nudo en contacto con el suelo, colonizando todo el espacio libre. La floración, muy rica en néctar, comienza en mayo-junio y a veces continúa durante todo el verano si el suelo se mantiene un poco húmedo. Las pequeñas flores de color rosa pálido a lila están agrupadas en ramos de 1 a 3 cm de diámetro, sostenidos por tallos muy cortos justo por encima del follaje. Cuando el verano es muy seco, el follaje se seca parcialmente, sin que esto sea fatal para la planta, que reverdecerá con las primeras lluvias. Su rusticidad no supera los -10 a -12°C.

Plante el Phyla nodiflora en masa en un pequeño espacio donde hubiera imaginado un hermoso césped que el verano abrasador de su región solo permita acompañado de un riego irracional. Porque esta planta soporta bien una pisada intensiva y prescinde de riego durante 2 a 3 meses. En este uso, se puede asociar con otras plantas vivaces tapizantes cuyo ciclo de vegetación sea complementario: la Achillea crithmifolia, el Frankenia laevis, el Zoysia tenuifolia o el Dichondra repens. También se puede instalar en la parte superior de muros o en los intersticios formados por sus piedras, en una rocalla por supuesto, pero también en el borde de una escalera, acompañado de Erigeron karvinskianus, tomillos o artemisas enanas, por ejemplo. También se combina muy bien en un talud con plantas vivaces y arbustos de terreno seco (lavandas, cistus, romeros, retamas, ceratostigma, valeriana) que dejará sobresalir de su alfombra protegiéndolos de las malas hierbas.