Verbena hastata - Verbena azul

La Verbena hastata, también conocida como verónica hastata, es una gran vivácea muy resistente que se debe adoptar sin dudarlo. Se distingue por una floración excepcionalmente larga, erguida en candelabros delgados y ramificados, formados por espigas muy rectas, densamente cubiertas de pequeñas flores violetas. Los insectos polinizadores acuden desde el amanecer. El follaje es de un verde brillante, compuesto por hojas muy alargadas y dentadas. Esta planta tiene algo encantador, combinando abundante floración, diseño y facilidad de cultivo. Prospera en cualquier lugar, en cualquier suelo ordinario y drenado, húmedo, fresco o ocasionalmente seco, al sol, y se auto-siembra fácilmente en el jardín.

Originaria de Canadá y Estados Unidos, la verónica hastata pertenece a la familia de las verbenáceas, colonizando en su entorno suelos frescos, orillas de cursos de agua, praderas húmedas y bosques inundables. Según la humedad del suelo, alcanzará 60 a 100 cm de altura, por 50 a 60 cm de ancho. Se desarrolla a partir de una raíz fibrosa y rizomatosa, formando un mechón erguido, bastante estrecho, compuesto por tallos cuadrangulares a veces ramificados hacia sus extremos. Las hojas son opuestas, de 10 a 13 cm de largo, 2.5 cm de ancho, lanceoladas, nervadas, groseramente dentadas, de un verde brillante. De junio a septiembre, los tallos se ramifican en su extremo superior y dan lugar a inflorescencias en espigas delgadas y puntiagudas, de 10 a 15 cm de longitud, compuestas por numerosos botones rojos que se convierten en pequeñas flores violetas de cinco pétalos de 5 mm de diámetro, parecidas a las del lila. Los botones, las flores y las brácteas forman una armonía contrastada y espléndida. Las flores se abren de abajo hacia arriba. La floración es seguida por la formación de pequeños frutos muy duros, alargados, que contienen las semillas que se auto-siembran fácilmente. Pequeñas colonias de plantas, idénticas a la planta madre, se producen a partir de los rizomas.

Aún poco utilizada en nuestros jardines, la Verbena hastata es fácil de cultivar, valiosa para aportar verticalidad a los macizos de vivaces, y deliciosa en los cuadros campestres. Esta planta es destacada en el borde de un punto de agua, en terrenos frescos, siempre que se plante en masa. En un escenario un poco salvaje, emerge sin desfallecer de los mechones despeinados o bien ordenados de gauras y gramíneas (pequeños miscantos, eragrostis, estipes). Paradójicamente, se comporta bien en terrenos más secos, sin embargo, permanecerá más pequeña. Sus espigas ligeras, muy gráficas, contrastan con la redondez de las rosas, hacen eco a las lavandas del mismo tono y sus tallos purpúreos acompañan maravillosamente a los follajes grises o plateados de las artemisas, las pajas, el azul metálico de Elymus magellanicum, o el óxido de Carex buchananii. La verónica hastata también se puede utilizar para preparar tisanas. ¡Los antiguos le atribuían propiedades afrodisíacas!