Veronicastrum villosulum

El Véronicastrum villosulum es un representante poco común de este género de plantas vivaces, mucho más conocidas por el altivo Verónica de Virginia (Veronicastrum virginicum). Es una planta rastrera, cuyos largos tallos primero erectos y luego colgantes son capaces de enraizarse al contacto con el suelo, de manera similar a una pervinca. Sus pequeñas flores de un azul violáceo profundo florecen a finales de verano, acompañando hasta el otoño un follaje densamente velloso que adquiere hermosas tonalidades bronce a rojo violáceo. Semipersistente en invierno, rústica y poco exigente, esta planta constituye un cubresuelos a la vez eficaz, original y elegante al pie de arbustos o en ambientes de sotobosque. Colocada sobre un muro, su porte naturalmente colgante también será muy bien destacado.

El Veronicastrum villosulum es originario de Japón, más precisamente de la isla de Honshu. Es una planta resistente a inviernos fríos (-20°C). En la naturaleza, se encuentra en bosques y arboledas o a veces colgando de rocas, a una altitud entre 300 y 500 m. Esta vivaz desarrolla tallos verdes cubiertos de cortos vellos, que cuelgan antes de alcanzar los 50 cm de altura, enraizándose al contacto con la tierra. Su crecimiento rápido le permite cubrir el suelo de manera bastante densa en aproximadamente 2 años, en 2 m², desalentando la aparición de malas hierbas. El follaje persiste más o menos en invierno, desaparece completamente en caso de inviernos rigurosos. Las hojas de este Veronicastrum, que miden de 4 a 7 cm de longitud por 2 a 5 cm de ancho, son de forma ovalada a lanceolada, pubescentes y dentadas en el borde. La floración es tardía y bastante discreta, generalmente de finales de agosto a principios de octubre, en las axilas de las hojas. Se presenta en forma de pequeñas glomérulos o pompones de 1 a 4 cm compuestos por diminutas flores de un violeta profundo, con estambres amarillos prominentes. Al final de la floración, el follaje adquiere hermosos colores que van del amarillo al rosa y al violáceo si la planta recibe algo de sol. En invierno, las hojas que permanecen en las ramas, de color verde claro, muestran un hermoso reverso violáceo.

El Veronicastrum villosulum es un buen cubresuelos, muy útil para decorar el pie de árboles y arbustos caducos, siempre que el suelo no sea demasiado seco. Es una buena planta de media sombra o sombra ligera, que apreciará el sol de la tarde o de la mañana, así como un suelo rico en humus. Colóquelo, por ejemplo, en un macizo de inspiración exótica, bajo Fatsias, Aralias o incluso al pie de bambúes. También se sentirá a gusto en una rocalla un poco fresca y sombreada, o plantado sobre un muro, en compañía de las vinca o de la fresa amarilla Waldsteinia ternata, igual de resistentes que él.