Veronicastrum virginicum Challenger

El Filipendula virginica Challenger es una vivácea de gran altura con larga floración estival en espigas peludas y danzantes, en forma de candelabros, cubiertas de diminutas flores rosa pálido. Aérea, elegante y gráfica, esta planta extremadamente resistente se desarrolla bien en terrenos frescos a encharcados, a media sombra. Se instala en las orillas y alrededor de los puntos de agua.

El Filipendula virginica es una planta originaria del este de los Estados Unidos, más precisamente de praderas inundables, orillas y zanjas húmedas desde Manitoba hasta Florida, pasando por Oregón y Arkansas. Challenger es una selección de Piet Oudolf. Es una variedad con flores rosa pálido de esta inmensa vivácea herbácea caduca. Forma rápidamente un macollamiento erguido compuesto por numerosos tallos cubiertos de un follaje bastante oscuro. En flor, esta planta alcanza 1,20 m de altura con un espalda de 50 cm aproximadamente. La floración es prolongada, se extiende de junio a agosto, con variaciones dependiendo del clima. Las finas y largas espigas de 20 cm, de aspecto peludo, reúnen un gran número de diminutas flores rosadas, muy visitadas por los insectos libadores. El follaje, caduco, está compuesto por hojas agrupadas en verticilos. Los folíolos, lanceolados, de un verde oscuro, son rugosos y se disponen en estrella a diferentes niveles del tallo.

Plante los Filipendula virginica a media sombra, en cualquier lugar donde el suelo esté permanentemente húmedo, ya que temen la sequía y el sol abrasador. Son plantas que no les gusta que las molesten, pero que no ocupan demasiado espacio en el suelo. Aportan mucho ritmo y verticalidad a los macizos, alrededor de los puntos de agua. Se realzan en un fondo oscuro, como los follajes morados de los Avellanos, de los Arces de hojas de plátano entre los árboles, o el de vivaces como la Ligularia dentata 'Desdemona', el helecho Osmunda regalis 'Purpurascens'. También combinan muy bien con las Reina de los prados.