Vinca minor Sebastian's Beste

La Vinca minor 'Sebastian's Beste' no es otra cosa que la combinación de tres formas naturales de la campanita morada entre las más bonitas: la especie tipo Vinca minor, con flores azules, su forma 'Atropurpurea' con flores púrpuras y 'Alba', que produce estrellas de un blanco puro. Durante largas semanas, entre la primavera y el verano, florecen estas bonitas flores que destacan sobre un tapiz muy denso de follaje lustroso verde oscuro. Fiables y rústicas, estas campanitas moradas se extienden rápidamente sobre el suelo, a media sombra o a la sombra de los árboles, incluso en un suelo seco en verano. El follaje perenne permanece atractivo en invierno.

La campanita morada, Vinca minor, es una planta vivaz rastrera con tallos leñosos de la familia de las Apocynaceae. Es una especie originaria de Europa central y meridional. Común en Francia, puebla los bosques, setos y rocas, e incluso prados secos y soleados, y a veces puede resultar invasiva. Esta planta se desarrolla a partir de una base sarmentosa, produciendo tallos rastreros o erectos, formando un denso tapiz de 20 cm de altura por 3 m o más de envergadura. Al contacto con el suelo, los tallos emiten raíces vigorosas que permiten a la campanita morada continuar su crecimiento lateral. Los tallos llevan hojas opuestas, ovales, verde oscuro, brillantes, y producen de marzo a junio, según el clima, flores terminales solitarias, compuestas por 5 pétalos de forma cuadrada, asimétricos, con un diámetro entre 2 y 3 cm. 

Las campanitas moradas son útiles plantas cubresuelos, a veces consideradas invasivas. Se propagarán incluso en lugares sombreados, donde mostrarán un poco menos de floración. Forman a la larga gruesos colchones entrelazados, cubriendo eficazmente el suelo bajo los árboles o arbustos de los que no temen las raíces, o bien en las rocallas o en el borde de un camino. Se naturalizarán fácilmente, junto con el Dichondra repens o la Palomilla de muro (Cymbalaria muralis), en un bosquecillo un poco salvaje. El hedera 'Gloire de Marengo', con sus fabulosas hojas gris-verde jaspeadas de crema, formará una bonita asociación con la campanita morada, en las regiones donde el invierno no es muy riguroso.