Erysimum Bedder Vulcan brune - Alhelí

La Alhelí Bedder Vulcan Brune, conocida también como Cheiranthus cheiri o alhelí ravenelle, al igual que todas las variedades de la serie Bedder, ofrece plantas semi-enanas con flores de colores muy intensos, perfectas para animar los tonos pastel de la primavera. Se adorna con grandes flores de aroma floral oscuro, de un rojo-marrón-púrpura aterciopelado, reunidas en densas espigas. La floración dura de 2 a 3 meses, de marzo a mayo, a veces desde febrero en climas suaves. Lucirá maravillosamente en los bordillos soleados, en el jardín rocoso o en una ladera, e incluso en macetas en el balcón o la terraza. Esta planta bienal en realidad es una vivaz efímera y poco rústica, pero muy fácil de cultivar al sol, en suelo drenado, incluso pobre y calcáreo.

El Cheiranthus cheiri, también llamado Erysimum cheiri, ha ganado a lo largo de los siglos y en diferentes regiones varios nombres vernáculos evocadores: a veces se le llama alhelí amarillo, ravenelle, alhelí o violier amarillo, porque muestra flores amarillas con un potente aroma a clavo. Es una planta de la familia de las Crucíferas, originaria del sur de Europa, bien adaptada a suelos secos y calcáreos. Esta vivaz efímera y poco rústica se cultiva mayormente como bienal o anual.

La variedad 'Bedder Vulcan Brune' forma parte de una serie hortícola seleccionada por su porte compacto y ramificado, y su larga floración primaveral multicolor. Rápidamente desarrolla matas erguidas, frondosas y compactas, con base leñosa, cubiertas de pequeñas hojas lanceoladas, en forma de espada, de color marrón-púrpura a bronce, de aspecto satinado. La floración comienza en marzo y se extiende hasta casi el verano. En climas suaves, y si se poda al final de la temporada, esta planta se mostrará vivaz (de vida corta) y florecerá incluso en invierno. Las flores de 4 pétalos, anchas de 5 a 6 cm, son fragantes en clima cálido, reunidas en racimos en la cúspide de tallos frondosos de 35 cm de altura. Son muy visitadas por los insectos libadores que encuentran en el fondo de sus corolas uno de los primeros néctares de la primavera.

Apreciada en los jardines por su facilidad de cultivo y su tendencia a sembrarse de manera natural en los lugares más improbables, desatendida por todas las demás plantas, la alhelí y sus cultivares son excelentes plantas de jardín rocoso, que se desarrollan incluso en suelos algo difíciles, y sobre los muros. Estas plantas también lucen maravillosamente en bordillos de césped, en compañía de Nigellas de Damasco, Amapolas de California, Lino azul o en grupos con plantas más altas como las bocas de lobo, los gordolobos o los gauras, igual de poco exigentes que ella. También se puede colocar en maceta en la terraza, el balcón, cerca de una entrada, para disfrutar al máximo de su generosa floración.

Nota: Atención, nuestros plantines en mini macetas son productos profesionales reservados a jardineros experimentados: al recibirlos, trasplántelos lo antes posible, en macetas, jardineras o directamente en grupos.