Pavot des Alpes - Papaver alpinum

La Amapola de los Alpes, en latín Papaver alpinum, es una especie botánica que crece de forma espontánea en nuestras montañas. Esta pequeña planta vivaz herbácea de aspecto frágil florece en verano en los pedregales y terrenos rocosos, a veces incluso por encima de los 2000 m de altitud. Se han identificado varias subespecies, cuyas flores con 5 pétalos pueden ser más o menos amarillas, anaranjadas e incluso blancas, excepcionalmente rojas.  

El Papaver alpinum pertenece a la familia de las Papaveráceas. Es una especie endémica de los Alpes europeos que se encuentra desde España hasta Bulgaria pasando por Francia. Se distinguen 4 subespecies: subsp. alpinum con flores blancas, de los Alpes centrales y orientales, subsp. kerneri con flores amarillas, de los Alpes orientales, subsp. rhaeticum  la amapola dorada, amapola anaranjada o amapola dorada de los Alpes franceses (macizos del Vercors, del Dévoluy y del Ventoux), y de los Pirineos orientales, con flores amarillas o anaranjadas, raramente rojas o blancas. La última, subsp. sendtneri con flores blancas, crece en los Alpes centrales y orientales.

Es una planta vivaz, con cepa tapizante, cubierta de pelos erguidos y aplicados. Sus numerosas hojas, de un verde bastante oscuro, están divididas en segmentos lanceolados o elípticos. Forman un pequeño mechón muy bajo. La floración, de larga duración, tiene lugar de mayo-junio a julio-agosto según el clima. Desde el mechón de hojas emergen tallos de 20 a 30 cm, sin hojas, cada uno llevando una flor solitaria en su extremo. Cada flor tiene 5 pétalos de textura fina que forman una copa de 4-5 cm de diámetro alrededor de un hermoso ramillete de estambres dorados. Tras la polinización por los insectos se forma un fruto que es una cápsula ovalada, provista de sedas erguidas. Al igual que la amapola de nuestras praderas, la amapola de los Alpes se siembra de manera natural donde le plazca. Destacar que esta planta es polimórfica, su aspecto puede variar en la naturaleza.

Para acoger a esta amapola alpina en el jardín, es conveniente ofrecerle las condiciones que le gustan : pleno sol, un suelo pobre y pedregoso, calcáreo, en el cual pueda hundir sus raíces. Será indispensable una plantación en rocalla o en una rocalla, incluso en el borde de un macizo elevado. Para acompañarla, piense en otras plantas de rocalla bajas que no la sofocarán: tomillos, Antennaria dioica, heliántemos, Echinops, carlina de los Alpes ...