Amandier Lauranne autofertile

El Almendro 'Lauranne' es un cultivar francés autofértil, lo que significa que produce frutos sin necesidad de plantar otro árbol cercano. Esta variedad también destaca por su buena rusticidad y su floración tardía, que reduce los riesgos de heladas. Fácil de cultivar, su fructificación es rápida y abundante, regular de un año a otro. Los frutos con cáscara dura son de buena calidad y aptos para todos los usos clásicos. Ornamental por su hermosa floración blanco rosada, este pequeño árbol se adapta bien a los jardines mediterráneos y puede ser plantado en un área mucho más amplia. Resistente a la sequía y al suelo calcáreo, crece a pleno sol en suelos bien drenados.

El Almendro cultivado (Prunus dulcis, o Prunus amygdalus) pertenece a la inmensa familia de las Rosáceas, al igual que la mayoría de nuestros árboles frutales de zonas templadas y mediterráneas (Manzanos, Albaricoqueros...), numerosas plantas silvestres de nuestras campiñas y numerosas plantas ornamentales (Rosales, Amelanchiers...). El árbol es originario de las montañas de Afganistán y del Turquestán, y fue cultivado en Persia (Irán). Pasando por Asia Menor y luego Grecia, llegó a Italia en el siglo III a.C. Se distinguen los árboles de almendras dulces de los de almendras amargas, que son tóxicas.
'Lauranne' es una variedad francesa obtenida en 1978 por el INRA (Institut National de la Recherche Agronomique, hoy INRAE), mediante el cruce entre las variedades 'Ferragnes' (vigorosa y no autofértil) y 'Tuono' (variedad italiana antigua originaria de Apulia y autofértil). El resultado es particularmente interesante, ya que reúne todas las cualidades que se pueden esperar de este árbol frutal. Esta variedad es menos vigorosa y, por lo tanto, más adecuada para jardines pequeños. Con un porte ancho y ligeramente colgante, su crecimiento es rápido al principio, pero luego se ralentiza, dando un pequeño árbol caducifolio de 3,50 a 4,50 m en todas direcciones. Las hojas lanceoladas, estrechas y alargadas, de 7 a 10 cm de largo, son de un hermoso verde brillante medio, con la superficie superior un poco barnizada. Al ser autofértil, el árbol puede ser plantado solo, ya que su floración dará frutos. Esta es tardía, floreciendo hacia mediados de marzo, reduciendo así el riesgo de daño por heladas tardías, ya que en este punto la flor es muy sensible (se quema alrededor de -2°C). Las flores simples de aproximadamente 3 cm de diámetro son blancas, ligeramente teñidas de rosa, y compiten en belleza con las Rosáceas ornamentales (Manzanos en flor, Prunos en flor...). Después de la fecundación, evolucionan para dar almendras con cáscara dura, cubiertas de una cáscara verde claro y de tamaño medio. Se pueden consumir frescas o, más tradicionalmente, secas, alcanzando la madurez hacia finales de septiembre y durante un mes. La fructificación comienza a los tres años y los almendrucos se pueden utilizar en la cocina, para confituras, turrón, pralinés... Tienen un sabor a piñón con un ligero toque picante.

El Almendro 'Lauranne', gracias a su rusticidad y floración tardía, puede ser plantado más allá de la zona mediterránea clásica, en suelos drenados, a pleno sol y resguardado del viento. Para mantener un ambiente exótico, plante junto a él un Higuera rústica que le brindará deliciosos frutos evocadores de la Provenza. Acompáñelo con el Granado de frutos 'Parfianka', también resistente hasta aproximadamente -15°C y que le obsequiará con grandes frutos con pocos pepitas y un jugo curiosamente rojo burdeos. Y para completar su pequeño huerto con acentos sureños, agregue un ejemplar de Azufaifo 'Abundance', un Jujubier cuya apariencia exótica sorprenderá y cuyos frutos originales se pueden consumir en otoño.