Crocus speciosus Artabir - Crocus d'automne

El Croco speciosus 'Artabir' es un croco de otoño conocido por la belleza de su floración y su facilidad de cultivo. Esta selección seduce con flores de buen tamaño, de un hermoso color azul claro a violeta pálido. Esta pequeña bulbosa da lugar a una segunda primavera en los céspedes y rocallas soleadas en un momento del año en el que el jardín se prepara para dormir. Florece fielmente cada año, propagándose rápidamente en grandes colonias.

El Croco speciosus 'Artabir' pertenece, como todos los crocos, a la familia de las Iridáceas. La especie tipo es originaria del norte y centro de Turquía, el Cáucaso, el norte de Irán y Crimea. Es una planta herbácea perenne por su cormo, a veces llamado bulbo. En este croco, las flores emergen del suelo antes que las hojas, generalmente en octubre, a veces en septiembre con la llegada de las lluvias. Las grandes flores de la selección 'Artabir', en forma de copa, miden de 5 a 6 cm de largo. Se abren en forma de estrella, mostrando pétalos finamente venosos de color violeta. Su color varía un poco según el tipo de suelo y la temperatura. El reverso de los pétalos es casi blanco. El centro de la flor, de un amarillo dorado, está adornado con estambres del mismo amarillo y un estilo plumoso de un naranja muy brillante. Las flores se cierran por la noche y con mal tiempo para abrirse completamente al sol. Después de la floración, las hojas emergen del suelo y desaparecen con el frío. Se organizan en un pequeño manojo de 10 a 12 cm de altura, compuesto por 5 a 7 hojas lineales delgadas y arqueadas, de un verde oscuro brillante, atravesadas por una línea media blanca. Los "bulbos" aquí son cormos. Un cormo es, en morfología vegetal, un órgano de reserva subterráneo con forma de bulbo, pero formado por un tallo hinchado rodeado de escamas.

El Croco speciosus 'Artabir', con sus grandes flores coloridas y luminosas, anima el césped, el borde de un macizo o la rocalla. También se sentirá bien en el borde de un claro en el sotobosque, en el borde de un seto, del lado soleado, en compañía de cólquicos y ciclamenes de Nápoles, por ejemplo. En medio del césped, plántelo con Saxífragas o violetas, y por supuesto mezclado con otros crocos de otoño o crocos de primavera.

Un truco de los crocos: las raíces tienen la particularidad de poder contraerse como un resorte, para permitir que la planta se establezca a la profundidad ideal para ella.

Nuestro consejo: Plante los bulbos tan pronto como los reciba. ¡Cultívelos en macetas cerca de su puerta de entrada! ¡Le darán la bienvenida cada día! Una vez que las hojas estén marchitas, devuélvalos al jardín, donde florecerán de nuevo el próximo año.