Globularia punctata - Coronilla de fraile

La  Globularia punctata (sinónimo bisnagarica) forma parte de un grupo de pequeñas plantas vivaces o de subarbustos llamados globulares, que se encuentran en las pendientes secas y calcáreas del sur de Europa en general. Esta, a veces llamada  globularia común, es espontánea en la mayor parte de nuestras regiones, incluso en el norte y sur de Bélgica. Discreta la mayor parte del año, esta pequeña planta en cojín muy bajo se revela cuando aparecen sus inflorescencias en pequeños pompones de un azul magnífico, suave y extremadamente luminoso. Florecerá antes de la llegada del verano, más o menos temprano según las regiones, acompañando a los narcisos botánicos, iris enanos, íberis y euforbias bajas en decoraciones muy mineralizadas y en laderas difíciles. 

La Globularia bisnagarica pertenece a la familia de las plantagináceas o de las globulariáceas según las clasificaciones. Es originaria principalmente del sur de Europa, donde se encuentra frecuentemente en montañas medias, en praderas secas y terrenos pedregosos, en suelo calcáreo. Muy presente en nuestro territorio metropolitano, esta especie silvestre goza de un estatus de protección en Baja Normandía y en los Pays de la Loire. 

Se trata de una planta herbácea vivaz por su cepa, en pequeño macizo rastrero y extendido, que no superará los 15-20 cm de altura en floración y 30 cm de extensión. Desarrolla pequeñas rosetas de hojas ovales, a menudo de forma espatulada, con pequeñas denticiones. La floración tiene lugar de abril-mayo a junio, dependiendo del clima. De las rosetas de hojas emergen tallos florales gráciles, con todas pequeñas hojas puntiagudas. En el extremo de estos tallos se forman inflorescencias solitarias organizadas en pequeños capítulos hemisféricos de 2-3 cm, características del género Globularia. Rodeado de brácteas puntiagudas, cada capítulo está compuesto por cientos de diminutas flores tubulares de color azul cielo.  Tras la polinización por los insectos, las flores dan paso a frutos llamados aquenios, rodeados por el cáliz persistente.  El follaje basal persiste más o menos en invierno, dependiendo del clima.

La globularia punctata es sobre todo una planta de sol y suelo rocoso que desempeñará plenamente su papel en las laderas difíciles y en la rocalla. Se puede asociar con otras vivaces que requieran condiciones de cultivo idénticas: los claveles de Pentecostés (Dianthus gratianopolitanus) y geranios vivaces sanguineum, clásicos pero imprescindibles en este uso, así como otros pequeños cojines como el Gypsophile rastrero, la Siempreviva Helichrysum angustifolium, el carraspique (Cerastium tomentosum), o la Margarita (Erigeron karvinskianus). En nuestras regiones donde la primavera es temprana, florecerá al unísono con los iris enanos y los tulipanes botánicos. También se puede plantar en un jardín alpino o en macetas, jardineras y arriates.