Gypsophile tenuifolia - Gypsophile à petites feuilles

La Gypsophila tenuifolia, también conocida como Gipsófila de Hojas Pequeñas, es una pequeña planta vivaz que forma un denso césped. Las hojas pequeñas y lineales, que recuerdan a un césped muy corto, están apretadas unas contra otras. En verano, las flores más o menos rosadas parecen clavadas en el follaje. Originaria de las montañas del Cáucaso y Turquía, se sentirá muy a gusto en un jardín de rocalla, incluidos los jardines de montaña media.

El Gypsophila tenuifolia pertenece a la familia de las Caryophyllaceae. Su crecimiento es bastante lento y su tamaño adulto no superará los 10 cm de altura por 30-40 cm de ancho. La floración tiene lugar en junio-julio, tomando la forma de numerosas flores pequeñas de cinco pétalos de color rosa a blanco rosado. Las flores se organizan en cimas, inflorescencias ramificadas, y en conjunto producen un efecto de neblina estéticamente ligero. El follaje es persistente en invierno, incluso semipersistente en caso de inviernos muy fríos. De color verde intenso, está compuesto por pequeñas hojas finas, lisas, en forma de agujas, muy juntas.

La Gypsophila tenuifolia tiene su lugar en pedregales, rocallas, en muros, en macizos elevados, donde el suelo esté bien drenado pero no demasiado seco. Las gipsófilas no tienen equivalente para aligerar las composiciones o vestir la base de los arbustos con un toque de poesía. Realzan especialmente las plantas vivaces de grandes flores como rosales y peonías arbustivas. Combínelas con otras plantas vivaces de rocalla como aubrietas, alquimillas, doronics, Arabis caucasica...