Vid EVITA

La Vid Evita es una variedad de uva de mesa amarilla dorada dulce, con notas afrutadas, buena para cosechar a partir de finales de agosto en el Sur. Los racimos grandes de bayas redondas a elípticas son poco sensibles a las principales enfermedades de la vid. Estas uvas tienen la ventaja de casi no tener pepitas. Esta vid prosperará en la mayoría de los suelos neutros a calcáreos, bien drenados y con exposición soleada. Resiste bien al frío.

La vid (Vitis vinifera) crecía silvestre hace más de 5000 años en América del Norte y Central, Europa y Asia Central y Oriental. La subespecie sylvestris todavía existe, es una liana trepadora que crece en el borde del bosque y es capaz de elevarse a grandes alturas en los árboles. Su introducción en Francia para el cultivo fue realizada por los focenses en Provenza, alrededor del 600 a.C. Las variedades actuales, denominadas cepas en el caso de la vid, están relacionadas con la subespecie vinifera (aunque existen otras especies cultivadas, pero en minoría). Económicamente, la vid vinífera predomina ampliamente sobre la de uva de mesa, con más de 200 cepas autorizadas en Francia, fruto de un largo trabajo de selección a lo largo de los siglos.

Evita es un híbrido reciente obtenido por dos seleccionadores austriacos, G.P. Weiss y G. Mayer, y lanzado al mercado en 2008. Esta variedad de uva de mesa proviene del cruce entre La Perlette, vid blanca de uva sin pepitas obtenida en 1936 en Estados Unidos (cuyos padres incluyen La Sultanina, una variedad muy dulce a menudo consumida en pasas) y Zala Gyöngye, una variedad húngara de 1957. Este híbrido interespecífico lleva genes de Vitis vinifera, pero también de Vitis berlandieri, la especie que permitió salvar a la vid de la terrible filoxera al servir como portainjerto resistente, y de Vitis rupestris, otra especie de vid americana.
Arbusto trepador, vigoroso y de porte erguido, la vid Evita alcanza fácilmente los 4 m de altura por 3 m de extensión si no se poda. Necesita ser guiada en un enrejado o pérgola que podrá cubrir bastante rápidamente. Su follaje es de un hermoso verde claro mate, con hojas enteras de forma generalmente redonda, o de tres o cinco lóbulos, dentadas en todo su contorno. Los tallos herbáceos llevan largos zarcillos que permiten a la planta aferrarse al soporte proporcionado. Como la mayoría de las uvas, es una variedad autofértil. Su floración ocurre en mayo-junio según los años y las regiones, ofreciendo flores muy pequeñas de color verdoso reunidas en racimos cónicos y cilíndricos bastante grandes.
Evolucionan en racimos grandes a muy grandes, colgando de largos pedúnculos. Las bayas son de tamaño mediano a grande, esféricas a ligeramente elípticas, de un amarillo dorado cuando maduran y listas para ser cosechadas en septiembre e incluso octubre, más temprano o más tarde según la región. Con piel de grosor medio y pulpa firme, crujiente y moderadamente jugosa, estas bayas son muy dulces con aromas afrutados. De uno de los padres, heredaron la escasa cantidad de pepitas. Esta variedad es poco sensible a la podredumbre gris, así como al mildiu y al oídio, enfermedades temidas por la vid. Es útil podar en verde en verano para eliminar algunas hojas para que las uvas estén bien expuestas al sol y puedan adquirir ese hermoso color dorado, garantía de su calidad gustativa.

La uva Evita se consume en mesa o en jugo, por ejemplo en un cóctel de frutas vitamínico para el desayuno. En general, la uva es rica en vitaminas B, es una fuente de fibra y manganeso, y está bien provista de antioxidantes. También se dice que juega un papel en la prevención de enfermedades cardiovasculares, y sobre todo, es un postre sano, natural y sabroso. Para hacer ensaladas de frutas originales, siembre el amor en jaula o Linterna china (Tomate verde) a finales de primavera para cosechar sus sorprendentes frutas naranjas de agosto a octubre. O también el Mini kiwi, una variedad de Actinidia arguta, con frutas ricas en vitamina C.