Ochagavia carnea - Bromelia

La Ochagavia carnea, o Ochagavia litoralis para algunos botánicos, es una planta fascinante e insólita, genéticamente muy cercana a la piña, buscada por su maravillosa floración estival rosa. De forma globular, su inflorescencia espectacular está compuesta por numerosas pequeñas flores rodeadas de brácteas coriáceas del mismo rosa fresco. Le lleva varios años florecer, en el centro de una roseta densa, compacta, compuesta por largas hojas de un verde grisáceo y bordeadas de espinas. Aunque ofrece solo una relativa resistencia al frío, hasta -7°C en suelo drenado, el cultivo de esta extraña vivaz no es difícil y se comporta muy bien en macetas. En nuestras regiones mediterráneas u oceánicas suaves, dale un lugar en la rocalla, en un suelo ligero tipo tierra para cactus, muy bien drenado, incluso puntualmente seco en verano, y ofrécele una exposición soleada a semisombra.

La Ochagavia carnea es una planta vivaz persistente terrestre y xerófita de la familia de las Bromeliáceas que cuenta entre sus miembros con muchas otras especies epífitas, como Guzmania, Vriesea, Billbergia u otras Tillandsia. Esta planta en forma de roseta es nativa del centro de Chile, que tiene un clima de tipo mediterráneo, pero temperado por la altitud (entre 500 y 2000m) que garantiza noches frescas. En su país de origen, enraíza sus raíces en afloramientos rocosos orientados al sur, en laderas más húmedas y menos soleadas de los Andes, resguardada bajo una ligera canopea.

La Ochavia carnea forma lentamente un manojo de rosetas extendidas, más anchas que altas, de 40 a 60 cm de altura por 50 a 70 cm de envergadura. Está compuesta por una multitud de hojas dispuestas alternadamente, largas y delgadas, coriáceas y gruesas, ligeramente arqueadas, bordeadas a ambos lados de espinas curvadas. Están cubiertas de un polvillo que les confiere un color más o menos grisáceo. La floración ocurre a finales de verano, en plantas adultas. En el centro de las rosetas aparece una gran inflorescencia organizada en un capitulum globular, llevado por un pedúnculo muy corto. El capitulum está compuesto por numerosas pequeñas flores tubulares con 3 pétalos de color rosa-azulado y 6 estambres naranja brillante, rodeados de un collar de brácteas coriáceas, dentadas, que se asemejan a hojas rosas. Las flores se abren desde la periferia del capitulum hacia el centro. Le siguen la formación de semillas verdes, difíciles de hacer germinar.

Esta hermosa bromeliácea es una planta de colección que seducirá a los amantes de vegetales insólitos. Se cultiva sin dificultad en una terraza, donde destacará en una maceta grande llena de tierra para cactus mantenida fresca, para guardarla en el invernadero o la veranda y protegerla de las heladas fuertes. En suelo, en nuestras regiones más suaves, encontrará su lugar en una rocalla, sobre un muro, o en un macizo sobre gravilla junto a otras plantas de aspecto muy exótico como el Aloe polyphylla, la Scilla peruviana o la extraordinaria Puya berteroniana con flores turquesa. En clima cálido y seco, se puede plantar, por ejemplo, sobre un acolchado de color neutro o entre grandes piedras de una rocalla semisombreada en una situación protegida, con algunos riegos copiosos pero espaciados que mejorarán su aspecto y favorecerán una hermosa floración.