Jacinto de los bosques - Hyacinthoides hispanica

El Hyacinthoides hispanica, también conocido como Jacinto de los bosques o Escila española, es una especie botánica a menudo confundida con el Jacinto común (Hyacinthoides non-scripta), originaria de nuestros bosques. Esta planta silvestre, tolerante y resistente, proviene de España y Portugal, y se ha naturalizado en muchos países. Se trata de un bulbo vivaz que ofrece una encantadora floración primaveral, en forma de campanillas colgantes, de un azul-lila claro y brillante con anteras azules. Surgen de un grupo de grandes hojas en forma de cinta, que lucen un hermoso color verde fresco y brillante. Brinde espacio a esta planta prolífica que forma extensas colonias muy bellamente florecidas en primavera.

El Endymion hispanicus, otro nombre aceptado para el jacinto de los bosques, es una planta bulbosa de la familia Asparagáceas (subfamilia de las Hyacintháceas), nativa del suroeste de Europa y el norte de África. Su hábitat natural incluye los bordes de los bosques, tierras sin cultivo y sotobosques de árboles frondosos (hayas, robles y castaños), siempre a la sombra parcial y en suelos ligeramente frescos. Es una especie prolífica, ampliamente naturalizada en Francia, donde compite y se hibrida muy fácilmente con nuestro Jacinto común (Hyacinthoides non-scripta), que aprecia los mismos ambientes. En algunas regiones, tiende incluso a desplazarlo.

Arraigado en un bulbo alto y estrecho, profundamente enterrado en el suelo, el jacinto de los bosques se multiplica por numerosos estolones, formando a la larga densos grupos de hojas lanceoladas de 20 a 50 cm de largo y 3 a 4 cm de ancho en la base, más anchas que las del jacinto común. Los tallos florales emergen de finales de abril a junio según el clima. Se elevan a 30 a 40 cm y llevan racimos de 4 a 16 flores en forma de campanillas ligeramente abiertas, poco o nada curvadas en sus extremos. Las flores están distribuidas un poco alrededor del tallo, a diferencia de las del jacinto común, que están todas en el mismo lado del tallo. La floración da paso a frutos globulares, mientras que las hojas se desploman sobre el suelo. Las semillas son lobuladas cuando todas las partes aéreas están secas. Naturalizándose tanto por sus rizomas rastreros como por sus siembras naturales, el jacinto español es capaz de cubrir el suelo de un sotobosque entero.

El Jacinto de los bosques ofrece el magnífico espectáculo de su floración, plantado en masa, en las zonas un poco salvajes del jardín, donde podrá extenderse a sus anchas. Perfecto para bordear un pasillo sombreado, recorrer el muro que sostiene una reja de valla o embellecer el suelo debajo de un bosquecillo de arbustos caducifolios. Acompañará con su azul tan fresco la floración de las retamas, resaltará las de los almendros y cerezos en flor, componiendo un espectáculo magnífico con poco gasto. También se puede asociar con tulipanes blancos, rosas o rojos y narcisos botánicos.