Albahaca kubanischer strauch

La Albahaca kubanischer strauch, también conocida como Albahaca de Cuba, es una variedad de Albahaca vigorosa y frondosa, con un follaje particularmente aromático y poco propenso a florecer. Esta planta produce muchas más hojas que se cosechan a lo largo de la temporada, según las necesidades. Aunque es vivácea, es sensible al frío y se cultiva en macetas que se resguardan del frío en invierno, o como anual en terreno abierto. Sus hojas pequeñas perfumarán tus ensaladas, adobos o se utilizarán para hacer un pesto. Las mini macetas de esta variedad se plantan de abril a junio, después de las últimas heladas.

Salvo algunas variedades vivaces, la Albahaca es una planta herbácea anual, originaria de India, que alcanza entre 30 y 50 cm de altura según las variedades. Tiene tallos erectos, ramificados con sección cuadrada, como la mayoría de las Lamiáceas. Las hojas ovales y generalmente verdes son muy aromáticas y se utilizan comúnmente en la cocina mediterránea, especialmente la italiana. Existen numerosas variedades cuyo follaje desprende aromas a limón, canela, regaliz, tomillo, entre otros. Algunas variedades tienen un follaje morado.

La Albahaca es una planta sensible al frío, que necesita temperaturas superiores a 15°C para crecer. Se cultiva en macetas o en terreno abierto según el clima, prefiriendo lugares soleados y resguardados. Buen dato: la Albahaca aleja a los mosquitos y a la mosca de la zanahoria.

En la cocina, las hojas de Albahaca combinan perfectamente con ensaladas de tomate, platos de pasta y se utilizan en la preparación del pesto.

La cosecha: se realiza según las necesidades, preferiblemente por la mañana.

La conservación: Lo ideal es consumir rápidamente las hojas frescas para disfrutar plenamente de su aroma. También puedes introducirlas en una botella de aceite de oliva para aromatizar tus aderezos. Para una conservación más prolongada, es posible congelar o secar las hojas de Albahaca, aunque perderán un poco de su aroma.

El truco del jardinero: Para reducir los riegos, te recomendamos cubrir el suelo con finas capas sucesivas de césped cortado, preferiblemente mezclado con hojas secas. Esta protección, que mantiene la humedad del suelo, también reduce las malas hierbas.