Alfalfa asiática Bio - Ferme de Sainte Marthe

La Alfalfa es una leguminosa vivácea cultivada como planta forrajera y como abono verde. Como todas las fabáceas, tiene la facultad de fijar el nitrógeno atmosférico en el suelo protegiéndolo de la compactación causada por las lluvias. Se distingue por el fuerte poder de descompactación de sus raíces. Puede permanecer en su lugar durante varios años y se siembra de marzo a septiembre, a razón de 250 gramos por 100 m2.

Es una planta originaria del oeste de Asia, cultivada en todos los continentes, hasta aproximadamente 2,000 m de altitud. Prefiere climas de tipo mediterráneo. Es muy cultivada por su riqueza en proteínas y sus cualidades para mejorar los suelos. La familia de las fabáceas incluye plantas que viven en simbiosis con bacterias fijadoras de nitrógeno, los rizobios. De esta manera, se vuelven capaces de fijar el nitrógeno atmosférico.

Muy utilizados en permacultura, los abonos verdes tienen numerosos beneficios: enriquecen y descompactan el suelo, evitando la proliferación de las malas hierbas. También tienen la ventaja de constituir un cobertura vegetal que protege los suelos arcillosos de la compactación causada por las lluvias y los suelos arenosos de la lixiviación. Se siembran durante todo el año y luego se trituran e incorporan mediante labranza superficial o se dejan en su lugar como mantillo.

El truco del jardinero: Siembra la alfalfa con un cereal, le servirá de tutor y enriquecerá el suelo en carbono. La alfalfa también se puede cosechar para enriquecer tu compost.

Las semillas orgánicas o "BIO" provienen de plantas cultivadas en agricultura orgánica (sin uso de productos fitosanitarios). No reciben ningún tratamiento después de la cosecha. Estas semillas están destinadas para su uso en horticultura orgánica.