Melisa - Vilmorin

La Melisa oficinal o Melisa citronela es una planta vivaz arbustiva, muy melífera, aromática, condimentaria y medicinal. Se cultiva muy fácilmente, en terreno abierto o en macetas. Sus hojas aportarán una nota cítrica a tus verduras y hortalizas crudas, platos de pescado o postres. También se utiliza en la preparación de infusiones. Siembra la Melisa de abril a junio para una cosecha de mayo a octubre.

Originaria de las costas mediterráneas, la Melisa forma parte de la familia de las Lamiáceas, como la menta, con la que a veces se confunde a primera vista. Es una vivaz herbácea muy melífera. Su nombre, de hecho, proviene del griego, "melissa", que significa "abeja". La Melisa oficinal también es conocida como Melisa citronela, haciendo referencia al aroma cítrico de sus hojas, ¡ideal para alejar a los mosquitos en verano!

Elige cuidadosamente el lugar donde deseas sembrarla. La Melisa es una planta arbustiva que puede alcanzar los 80 cm de altura y 50 cm de ancho. Aprecia tanto las exposiciones soleadas como la media sombra. Siembra preferiblemente en un lugar un poco aislado, ya que tiende a expandirse y podría invadir a las plantas vecinas. Para evitar que la Melisa se vuelva invasiva, no olvides podarla al comienzo de la floración. Es una planta muy resistente, que puede instalarse prácticamente en cualquier lugar, también se cultiva muy bien en macetas, lo que permite controlar su expansión.

En cuanto a la cocina, las hojas frescas o secas de Melisa añaden un toque cítrico a las verduras y hortalizas crudas, platos de pescado o postres. También se utilizan en infusión.

Cosecha: las hojas se cosechan de mayo a octubre, según las necesidades. Es en junio cuando la Melisa concentra más sus cualidades aromáticas. Si deseas secar las hojas, córtalas cuando estén en botones.

Conservación: consume las hojas de Melisa frescas para disfrutar plenamente de su aroma. Para una conservación más prolongada, puedes congelarlas o secarlas. Para el secado, cuelga los tallos a la sombra en un lugar aireado, luego coloca las hojas en tarros herméticos.

El truco del jardinero: Después de podar, guarda algunas ramas de Melisa para colocarlas en tus armarios y perfumar la ropa, alejando así a las polillas.