Sorghum nigrum (non tratada - Ferme de Sainte Marthe) - Sorgo

El Sorgo o Mijo negro, en latín Sorgum nigrum, es una gran gramínea anual cuyo follaje se asemeja al del maíz, cultivada a gran escala en climas cálidos por sus semillas comestibles. Su sistema radicular potente afloja el suelo, busca agua en profundidad y evita el desarrollo de malas hierbas. En nuestros jardines, se apreciará por su porte altivo y sus grandes penachos muy decorativos, que van del verde al bronce y luego al marrón y casi negro. En la parte trasera de los macizos, solo se ven ellos y los pájaros se apresuran alrededor de las plantas para recoger las semillas. Cree con estas grandes inflorescencias magníficos ramos frescos o secos. Esta planta originaria de África, que ama el calor y los suelos profundos, prescinde de riegos una vez enraizada.

El Sorgo es una planta herbácea anual o vivaz de corta vida, generalmente cultivada como anual en nuestros climas. Este gran cereal pertenece a la familia de las Poáceas. Cultivado en la actualidad en todas las regiones tropicales y subtropicales del mundo, probablemente es originario de Etiopía, desde donde se ha extendido por toda África. En Francia, más de 60,000 hectáreas están dedicadas a su cultivo, principalmente en las llanuras del suroeste, como alternativa al maíz, mucho más exigente en agua.

El sistema radicular fibroso del Sorghum nigrum es muy extenso, se adentra profundamente en el suelo en busca de frescor. También es capaz de almacenar reservas durante periodos de sequía, entrando la planta entonces en dormancia hasta la vuelta de las lluvias. En cuestión de meses, la planta alcanzará como mínimo 1.80 m de altura, con 35 cm de anchura. Desde su cepa, el Sorgo emite cañas o tallos erectos, robustos, provistos de 10 a 14 largas hojas planas, lineales, de 5 a 8 cm de ancho, que se asemejan a las del maíz. Están dispuestas alternadamente en lados opuestos del tallo. El limbo de las hojas presenta un depósito de sílice (el material que constituye la arena)  que reduce la transpiración y, por ende, la pérdida de agua a nivel del follaje: se trata de una adaptación al calor y la sequedad. La floración tiene lugar en verano, de julio a septiembre, bajo la forma de una gran panícula terminal ramificada, de forma oval o globosa, con una longitud de 4 a 50 cm y un ancho de 2 a 20 cm. Esta florescencia opulenta, cuyo color se oscurece con el tiempo, es todo el encanto de esta planta. Las semillas podrán ser recolectadas y sembradas en la primavera siguiente. 

En el huerto, el sorgo puede sembrarse en una parcela después de cultivos, aflojará el suelo y limpiará de malas hierbas. En el jardín ornamental, permite realizar espléndidas decoraciones efímeras. Se instalará en la parte trasera de los macizos de plantas perennes o arbustos más bajos, o incluso en el centro de un gran macizo dispuesto en medio de un pequeño jardín. Asocie esta sorprendente gramínea con la hierba de la pampa rosa o blanca, los grandes miscanthus, los Pennisetum y los amarantos-rabo de zorro, por ejemplo. Puede sembrar algunas nigelas, amapolas de California y cosmos para aportar dinamismo y color a su composición. Las semillas de Sorgo, comestibles, harán felices a los pájaros al final del verano. También podrá ofrecer sus grandes racimos a los habitantes del gallinero... En un jarrón, componga un sorprendente ramo con espadañas (Typha), farolitos chinos (Physalis franchettii), grandes sedums y dalias, por ejemplo.