Acer saccharinum - Arce de azúcar

El Acer saccharinum, también conocido como Arce plateado, es un gran árbol de crecimiento rápido. Alcanza aproximadamente 25 m de altura, con un porte extendido redondeado algo desordenado y una ramificación ligeramente colgante. Su foliación verde claro deja ver su reverso blanco bajo el efecto juguetón del viento... pero cuidado, ráfagas demasiado insistentes pueden revelar la naturaleza quebradiza de las ramas. Por esta razón, se debe evitar plantar el Arce plateado demasiado cerca de las viviendas. Aislado en un gran jardín, será majestuoso. Se sentirá a gusto en un suelo fresco e incluso húmedo, siempre que su potente sistema radicular tenga suficiente espacio para desarrollarse en profundidad y en superficie.

Originario de América del Norte, el Acer saccharinum, no debe confundirse con el Acer saccharum (Arce de azúcar), recibe según las regiones el nombre de arce plateado, arce blanco o incluso Arce de las llanuras. Es un gran árbol de la familia de las aceráceas que crece de forma natural a lo largo de los cursos de agua, lagos y zonas pantanosas, donde puede alcanzar hasta 35 m de altura.

El Acer saccharinum tiene un porte extendido redondeado, irregular. En nuestros climas, alcanza de 20 a 25 m de altura por 15 m de envergadura. La foliación, caduca, está compuesta por grandes hojas profundamente lobuladas en 5 lóbulos puntiagudos y dentados, de color verde claro en el haz y blanco plateado en el envés. Miden 10 a 15 cm de longitud y están sostenidas por pecíolos rojos. En otoño, se encienden con un amarillo anaranjado que se nota desde lejos. La floración ocurre en marzo, antes de la aparición de las hojas. Las pequeñas flores amarillo verdosas, melíferas, están dispuestas en racimos terminales colgantes. La fructificación, en forma de frutos con dos alas llamados sámaras, es abundante. Solo aparece en ejemplares de al menos 20 años y es muy apreciada por aves y pequeños mamíferos. La corteza de las ramas es lisa y gris. Con el tiempo, se desprende en grandes placas.

El Acer saccharinum es un árbol vigoroso, de crecimiento rápido, perfectamente resistente a las heladas intensas. Se desarrolla en suelos profundos y frescos, incluso húmedos. Prefiere suelos bastante arcillosos y teme el exceso de caliza. Un ejemplar bien establecido soportará un suelo seco. Plantado aislado en un parque o un gran jardín, será majestuoso de primavera a otoño. Debido a su fragilidad ante el viento, se debe evitar plantarlo en el borde de un camino o cerca de las viviendas. Su sistema radicular se extiende considerablemente en profundidad y anchura, incluso en la superficie. Por esta razón, también se debe asegurar de plantarlo a buena distancia de zonas pavimentadas y canalizaciones.