Dipelta ventricosa

El Dipelta ventricosa es un arbusto caduc raro en cultivo, relacionado con los Veigela y Kolkwitzia, que posee un valor ornamental posiblemente superior. Seduce por su floración primaveral en racimos de pequeñas flores campanuladas ricamente coloreadas de rosa lila intenso con garganta naranja brillante que conviven en la planta con una fructificación decorativa, adornada con brácteas redondas y rosadas. Al igual que sus famosos primos, el raro Dipelta es un arbusto fácil de cultivar en un suelo ordinario, fresco, incluso calcáreo. Merece ser descubierto y plantado de forma aislada como ejemplar, pero también se integra muy bien en macizos campestres o románticos, un seto florido o simplemente en el jardín de un apasionado por las plantas.

Originario del oeste y centro de China, el  Dipelta ventricosa fue introducido en Inglaterra en 1904, y posteriormente distinguido por la Real Sociedad de Horticultura británica. Pertenece a la familia de las caprifoliáceas. Este arbusto calcícola (que aprecia los suelos calizos) presenta un porte ampliamente arbustivo, y alcanza en promedio los 3 m en todas direcciones, a veces mucho más. La floración tiene lugar en mayo, en las axilas de las hojas y en parte terminal de las ramas, en forma de corimbos que agrupan a menudo 3 flores. Cada una, en forma de campana, está hinchada en la base y provista de 2 brácteas papiráceas y redondas de 2 cm de ancho. Su color es un rosa lila intenso en el exterior, más claro en el interior iluminado por una garganta naranja. Esta floración, a diferencia de la del Dipelta floribunda, no es perfumada. Es seguida rápidamente por la formación de frutos curiosos, rodeados por las dos bonitas brácteas rosadas con venas carmesí. El follaje, caduco, está compuesto por hojas simples con el borde entero y dispuestas de forma opuesta. Son ovales-lanceoladas y provistas de un pecíolo. Su color es un verde medio. Cabe destacar que las hojas de esta especie ventricosa son más pequeñas y más estrechas que las del Dipelta floribunda. 

Rústico hasta -15°C como mínimo, el Dipelta ventricosa es sin duda el representante más bonito del género, aunque le falte el perfume. Se encuentra bien en una ubicación soleada o a media sombra, en un suelo fresco pero bien drenado. Su floración y fructificación, tan inusuales como encantadoras, superan en belleza a la de sus primos los Diervillea, Kolkwitzia y Veigela con los que además armoniza muy bien en el jardín. Plántelo de forma aislada frente a un macizo de arbustos más grandes con floraciones diferidas o follajes otoñales. En un macizo, por ejemplo, acompáñelo con el Neilia affinis, la Hydrangea anomala y Viburnum  que lo rodean en las montañas chinas. O con cornisos variegados, espireas, zarzamoras ornamentales, o un simple serbal por su fragancia. En segundo plano, el follaje muy oscuro de los acebos o tejos formará un bello marco para su floración exótica y asegurará la decoración en invierno.