Hortensia macrophylla Freudenstein (ScP) - Hydrangea

El Hydrangea macrophylla 'Freundenstein' es un Hortensia con una floración imponente y un encanto romántico. Sus grandes inflorescencias redondas que pueden superar los 20 cm de diámetro adquieren un tono azul violáceo en suelo ácido, mientras que en suelo neutro son de un rosa vibrante. Forma un arbusto compacto de tamaño mediano y buena estructura, con gruesos tallos que soportan bien las inflorescencias, lo que permite hacer bonitos ramos de flores secas. Muy resistente, debe colocarse en una ubicación semisombreada, en un suelo no calcáreo. Fácil de cultivar, solo requiere una poda anual en primavera y riegos en verano para mantener el suelo fresco.

Este Hortensia 'Freundenstein' es una variedad suiza que apareció en el mercado en 1966, creada por el obtentor W. Preisig, jefe de cultivo y seleccionador en los Viveros Haller en Brugg. Este prolífico obtentor, uno de los tres especialistas suizos, ha dado vida a nada menos que 32 cultivares entre 1960 y 1986. Es un arbusto de desarrollo medio, alcanzando como máximo 1,20 a 1,50 m en todas direcciones. Compacto, forma un hermoso mechón regular, con un hermoso follaje sano, de un verde intenso, con bordes dentados. Sus inflorescencias aparecen en julio y duran hasta septiembre. Sus cabezas redondas y regulares están compuestas por flores con 4 sépalos, de un color variable según la acidez del suelo. Si la tierra es claramente ácida, las inflorescencias tomarán un tono azul violáceo, con un encanto deliciosamente sobrenatural. En suelo neutro o ligeramente alcalino, serán de un rosa vibrante bien intenso, casi ácido por lo brillante que es.

Arbusto de pequeño tamaño, este Hortensia, como todos los H. macrophylla, no es una planta de brezo en el sentido estricto, pero prefiere suelos neutros a ácidos. Una exposición semisombreada a sombreada en clima cálido le convendrá bien, así como riegos en verano porque no le gusta la sequía (del suelo y atmosférica) que puede marchitar sus hojas. Los cuidados consisten en una poda anual en primavera, antes de que salgan las nuevas hojas. Este arbusto con larga floración estival es muy resistente (aproximadamente -17°C, aunque las heladas fuertes pueden dañar las puntas de las ramas, estas vuelven a crecer fácilmente después de una poda en primavera). Fácil de cultivar, puede vivir mucho tiempo y puede plantarse en maceta para decorar una esquina sombreada de una terraza. En este caso, se debe prestar especial atención a los riegos para no dejar secar el sustrato, y antes de la floración, aplicar un fertilizante con predominio de potasio para favorecerla. Una maceta de barro grueso será adecuada; en caso de un recipiente de plástico, se debe preferir una "doble pared", es decir, 2 paredes separadas por un espacio de aire, que actúa como aislante, evitando calentar demasiado el sustrato y, por lo tanto, las raíces en verano, y limitando un poco el efecto del frío en invierno. Utilizar tierra para plantas de brezo agregando un poco de compost.

Plantado en el jardín, este pequeño Hortensia se combinará muy bien en suelo ácido con otros arbustos de aspecto romántico. El espléndido Magnolia stellata con flores estrelladas de un blanco puro que aparecen temprano en la temporada ampliará la temporada de floración de su macizo. Un Enkianthus campanulatus o Enkianto campanulado, tomará luego el relevo con sus pequeñas campanitas de color rosa claro que darán paso a las hermosas inflorescencias de nuestro Hortensia. En suelo neutro, su Hortensia lucirá flores rosa vibrantes, que convivirán felizmente con otras floraciones coloridas. El magnífico Cornus kousa Scarlet Fire, un cornejo con grandes brácteas rosadas precederá a Freudenstein, pero sus grandes bayas redondas fucsia muy decorativas acompañarán su floración estival. Y para rivalizar en brillo con sus grandes inflorescencias en bola, encontrarás tu felicidad entre las numerosas variedades de Árbol de Júpiter, o Lagerstroemia, ¡otra estrella del verano!

Nota: El color de las flores de las hortensias macrophylla varía según el pH del suelo. Las variedades tradicionalmente azules se vuelven rosas en suelo neutro o alcalino. Para conservar un hermoso color azul, mezcla tierra de brezo o turba rubia con tu tierra de jardín y añade, cada primavera, sulfato de aluminio (que contiene pizarra) o piedra de alumbre.