Picea pungens Mrs Cesarini - Pícea de Colorado

El Picea pungens 'Mrs Cesarini' es una forma enana del Pícea de Colorado extremadamente atractiva. Se desarrolla en un domo aplanado y ancho, se viste de acículas de un verde azulado suave densamente implantadas, y se adorna a principios de primavera con jóvenes brotes naranjas decorativos. Su crecimiento muy lento y su tamaño reducido, sin mantenimiento, lo destinan a la plantación en rocalla, pero también en macizos, o incluso en macetas en la terraza. Se adapta en cualquier lugar, siempre que esté al sol, en un suelo drenado incluso ocasionalmente seco, incluso calcáreo. 

Originario de la costa oeste de los Estados Unidos y de las Montañas Rocosas de América del Norte, hasta Canadá, el Picea pungens que también se conoce como Pícea de Colorado o abeto azul es un conífero persistente muy resistente perteneciente a la familia de las pináceas. En su entorno natural, crece lentamente, presenta un porte cónico elegante y muy regular, con ramas horizontales muy escalonadas. Este árbol que puede alcanzar una altura de 25 a 40 m tolera los suelos calizos y cierta sequía.

La variedad 'Mrs Cesarini' provienen de un escobón encontrado a finales de la década de 1970 por Joe Cesarini en Nueva York. Es un pequeño conífero encantador, de porte muy denso, globular al principio, luego se extiende para formar una especie de grandes cojines. Su crecimiento es muy lento, de modo que a los 10 años, alcanza aproximadamente 30 cm de altura y 75 cm de envergadura. Después de muchos años, mide alrededor de 50 cm de altura por 1.20 m de ancho. Esta variedad produce ramas cortas y gruesas, bien escalonadas, cubiertas de acículas muy cortas y punzantes, dispuestas en densos y radiales cepillos alrededor de las ramas. Sus jóvenes brotes primaverales naranjas contrastan bellamente con el follaje maduro. El resto del año, su tonalidad es un verde agua. Su corteza escamosa, gris púrpura, resulta bastante decorativa.

El Picea azul 'Mrs Cesarini', por su vegetación bellamente coloreada, su desarrollo muy reducido, sin mantenimiento, y su facilidad de cultivo, es una planta perfecta para rocallas, terrazas, o para la plantación como gran cubresuelos. Se adapta en muchas situaciones, bajo diversos climas, siempre que el suelo esté drenado y la exposición soleada. Esta planta combina bien con las piedras de los muros, las líneas geométricas de las piscinas y las construcciones de albañilería. Se puede asociar con anuales de primavera o verano, que realzarán su follaje. Las verdaderas cualidades gráficas de los coníferos se imponen naturalmente en el diseño de un jardín contemporáneo. Estas plantas con una presencia tranquilizadora estructuran duraderamente un macizo, marcan los senderos y bordean la terraza. Se combinan bien con brezos o salvia arbustiva, o incluso con plantas cubresuelos como aubrietias, cerastiums, así como con arbustos florales como gauras. La clave está en jugar con los volúmenes y los colores.