Pritchardia thurstonii - Palmera

El Pritchardia thurstonii es una extraordinaria palmera originaria de las islas más remotas del Pacífico, y una de las más fáciles de cultivar siempre y cuando disponga de un ambiente cálido y húmedo. Esta especie tiene un follaje de una belleza incomparable, compuesto por grandes hojas en forma de abanico, maravillosamente rígidas y plisadas como un acordeón. Cerca del Pritchardia pacifia, esta palmera se distingue por un desarrollo un poco menos importante, pero también por sus asombrosas inflorescencias en forma de conos llevadas en la punta de largos pedúnculos que emergen ampliamente del follaje. Sensible al frío, este Pritchardia se cultiva exclusivamente en maceta en nuestros climas, lo que permite protegerlo de las heladas en invierno. ¡Un ejemplar de primer orden para los amantes de las plantas tropicales! 

El Pritchardia thurstonii pertenece a la familia de las arecáceas. Es originario de las islas Fiyi y Tonga, en el suroeste del océano Pacífico. Se encuentra en bosques húmedos, enraizado en suelos cálcicos kársticos y coralinos, en pendientes, acantilados y entre rocas a baja altitud. Esta especie de clima tropical húmedo perece por debajo de -1ºC, pero se adapta bien al cultivo en interiores siempre que las temperaturas invernales oscilen entre 10 y 15ºC y que el ambiente permanezca húmedo. Las plantas jóvenes tardan un poco en establecerse, luego el crecimiento se acelera. En suelo en sus islas nativas, el Pritchardia thurstonii puede alcanzar los 8 m de altura, pero prácticamente no desarrollará tronco y no superará los 1.80 m a 2 m en todas direcciones si se cultiva en maceta y en el interior o en invernadero. 

Esta Palmera Abanico del Pacífico desarrolla un tronco único, llamado estípite, casi sin cicatrices foliares, bastante delgado y de color gris claro.  En el extremo de este estípite se desarrolla una magnífica corona foliar, muy regular y de forma redondeada. Está compuesta por grandes hojas tres cuartos circulares, llamadas costapalmadas, en forma de abanico, que pueden medir hasta 80 cm de diámetro. Su margen está cortado en numerosos segmentos coriáceos cortos, bífidos, muy rígidos y erectos, con aspecto plisado. Su color es verde medio y están cubiertas por una fina película cerosa que les confiere un aspecto brillante. Los pecíolos que sostienen las hojas y las nervaduras carecen de espinas, pero tienen algunas fibras en el borde. La floración tiene lugar en verano, en plantas maduras de 10 a 15 años, y en condiciones de cultivo favorables. Se presenta en forma de inflorescencias largamente pedunculadas, arqueadas, sobresaliendo ampliamente del follaje. Cada una está compuesta por numerosas pequeñas flores de color amarillento. Tras la polinización se forman pequeños frutos globulares de 7 mm de diámetro, que se vuelven negros al madurar. Cada uno contiene una semilla que germinará fácilmente en maceta en un ambiente tropical, cálido y húmedo. 

Este Pritchardia es una planta de arquitectura que causará sensación en el invernadero, la sala de estar templada o en una habitación muy luminosa y poco calefaccionada. Tolera bien el cultivo en maceta, adora los riegos con agua calcárea y puede sacarse a la terraza o al balcón de mayo a septiembre. Como todas las palmeras, es difícil de combinar, debido a su fuerte personalidad: resérvele un rincón junto a una piscina o un buen lugar en la terraza, exponiéndolo inicialmente a media sombra para que se acostumbre gradualmente al sol. Rodearlo de  Phormium, gráficos, sobrios y coloridos, de magueyes precisos y geométricos, o bien de Cordilines por ejemplo.