Anís - Pimpinella anisum

El Anís, Pimpinella anisum, también conocido como anís verde, anís cultivado, anís almizclado, anís oficinal, es una planta herbácea anual. Se cultiva como planta condimentaria por sus hojas y semillas, muy aromáticas, que realzan y aromatizan ensaladas, salsas y platos cocidos.

Esta planta, que mide entre 40 y 80 cm de altura, tiene un porte erguido con tallos huecos y peludos. Las hojas tienen varias formas, las que se encuentran en la base son cordiformes mientras que las que están en la parte superior están profundamente divididas.

Las flores son pequeñas, blancas y agrupadas en umbélulas, estas a su vez agrupadas en umbelas. Los frutos producidos son de color gris verdoso, pequeños, secos y ovoides. Son ligeramente acostillados y pubescentes como los tallos.

Es una especia muy utilizada gracias a las hojas frescas o secas en ensaladas, marinadas, salsas de acompañamiento de carnes o pescados, o gracias a las semillas que aromatizan las mermeladas.

Los frutos del anís contienen moléculas como sesquiterpenos, ácidos fenólicos, aceite esencial a base de anetol. Su uso ayuda a combatir trastornos digestivos, es un antibacteriano, un expectorante, un antiespasmódico, un estimulante carminativo y en uso externo, poseen propiedades antifúngicas.

La cosecha: durante la temporada, recolecte las hojas según sea necesario y las semillas a finales del verano, principios del otoño.

La conservación: es posible conservar las hojas y semillas de anís después de secarlas a la sombra, haberlas reducido a polvo, en cajas herméticas.

El truco del jardinero: el anís no teme al sol ni al calor y puede colocarse en áreas muy soleadas del huerto. Si su suelo es demasiado compacto, no dude en enmendarlo con arena, tierra y compost. Es una planta que se utiliza a menudo para repeler pulgones, orugas y gusanos.