Loto cultivado purpureus - Lotus tetragonolobus

El Guisante blanco, también conocido como Loto cultivado, Guisante cuadrado, Guisante alado o Guisante de cuatro alas, es una especie olvidada, muy cercana a los guisantes y las habas, que produce curiosas vainas de cuatro lados. A pesar de ser poco conocido, es una verdura muy antigua que, antes de ser cultivada, se recolectaba en estado silvestre. Ofrece una floración roja granate muy ornamental.

Se siembra de marzo a mayo bajo cubierta y de finales de mayo a junio en su lugar definitivo para una cosecha de julio a las primeras heladas.

Esta curiosa planta hortícola es originaria del Sur de Europa y pertenece a la gran familia de las Fabáceas (ex-Leguminosas). Se presenta en forma de una roseta de tallos rastreros cuya bonita floración roja es seguida por la formación de curiosas vainas provistas de alitas festoneadas.

En la cocina, las vainas se consumen enteras cuando son jóvenes y tiernas (2/3 cm de largo) y se preparan como los espárragos. Recolectadas en un estado más avanzado (4/5 cm), es recomendable desgranarlas. Luego se preparan los granos como guisantes verdes.

En el jardín, el Guisante blanco se cultiva de la misma manera que los guisantes, le gusta el sol, un suelo húmedo, drenado y húmedo.

Cosecha: se realiza regularmente, aproximadamente dos veces por semana, hasta las primeras heladas.

Conservación: el Guisante blanco se conserva unos días en el cajón de verduras del refrigerador. Se congela perfectamente bien una vez escaldado en agua hirviendo.

El truco del jardinero: al igual que todas las Fabáceas, el Loto cultivado tiene la capacidad de fijar nitrógeno atmosférico en el suelo como los abonos verdes. Esta aportación de nitrógeno es beneficiosa tanto para las plantas que están cerca como para las que se plantarán a continuación en una lógica de rotación de cultivos.