Crambe orientalis Morning Snow

El Crambe Morning Snow a veces se registra como Crambe cordifolia Morning Snow, especialmente por la Real Sociedad de Horticultura inglesa (R.H.S). Probablemente sea una variedad híbrida nacida del cruce entre el Crambe orientalis, originario de Oriente Medio, y su pariente cercano caucásico el Crambe cordifolia. Es una planta de la familia de las brasicáceas, antiguamente crucíferas. Es una herbácea perenne por su raíz potente, que desciende profundamente en el suelo para extraer agua y nutrientes. Esto le permite resistir la falta de agua una vez establecida. Se toma su tiempo para establecerse y mostrar todo su esplendor después de 2 a 3 años de cultivo.

El follaje basal se desarrolla en primavera desde la raíz, al ras del suelo, formando un mechón de 40 cm de diámetro. Luego se elevan tallos florales gruesos e intensamente ramificados alcanzando aproximadamente 1.20 m de altura, formando una bola nubosa de 60-70 cm en todas direcciones. Esta floración muy aérea tiene lugar de finales de mayo a finales de julio según el clima, en plantas de 2 o 3 años de edad. Está compuesta de espigas ramificadas donde se sujetan pequeñas flores blancas con corazón amarillo de 1 cm, con 4 pétalos. Nectaríferas, desprenden un aroma dulce y suave que recuerda a la miel, atrayendo a numerosos insectos polinizadores. Los tallos florales pueden permanecer en la planta después de la caída de los pétalos. La floración es seguida por la formación de pequeños frutos duros y redondos llamados silículas, que contienen una semilla cada uno. El follaje, en la base de los tallos, emerge del suelo en forma de brotes brillantes y vellosos teñidos de marrón violáceo. Se despliegan en grandes hojas lobuladas, alcanzando de 20 a 40 cm de longitud. Son gruesas y carnosas, dentadas y vellosas en el borde, con apariencia arrugada y abullonada, de color verde-gris-azulado. Las pocas hojas de los tallos son más pequeñas, glabras y de forma ovalada. El follaje basal tiende a ser menos atractivo, incluso a desaparecer después de la floración.

El Crambe orientalis Morning Snow no es difícil de cultivar, pero requiere sol y un suelo profundo e imperativamente bien drenado. Como un gypsophila paniculada, encuentra su lugar en los macizos de flores, junto a rosales o peonías arbustivas por ejemplo, aligerando su abundante floración. Dado que esta perenne se toma su tiempo para establecerse, se pueden sembrar el primer año plantas anuales (nigellas, cosmos, centaureas, zanahorias ornamentales) para llenar el espacio reservado mientras llega su momento de gloria. Bonitas vivaces como los geranios Rozanne o Blue Cloud (una nube azul) lo acompañarán, a cierta distancia, con total sencillez. Otras plantas de floración nubosa como el Aster cordifolius o el Eragrostis spectabilis pueden componer a su lado, siempre manteniendo una distancia de seguridad, escenas llenas de poesía. Estas plantas, que crecen y florecen desde mediados del verano hasta los primeros fríos, embellecerán el follaje del repollo.